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Valle del Jerte

Las restricciones frente al coronavirus blinda el turismo por la floración de los cerezos Valle del Jerte a los extremeños

El Valle del Jerte está en plena floración, un espectáculo natural que debido a la pandemia del coronavirus solo van a poder disfrutar los extremeños.

Como cada primavera y al margen de la pandemia del coronavirus la vida se abre camino en las laderas del Valle del Jerte con la floración de los más de millón y medios de cerezos que se extienden por las paredes y barrancos de los 11 pueblos que viven de este cultivo, sin embargo por segundo año consecutivo esta efímera expresión de la belleza está vetada a todo aquel que no sea extremeño debido a las restricciones frente a la COVID-19.

El río Jerte da nombre a esta zona extremeña, conocida sobre todo por la cereza, formada por las localidades de: Barrado, Cabezuela del Valle, Cabrero, Casas del Castañar, El Torno, Jerte, Navaconcejo, Piornal, Valdastillas, Rebollar y Tornavacas. La campaña la marcan dos momentos clave:

la floración, que comienza entre mediados y finales de marzo, y la recolección, que se extiende desde primeros de mayo hasta mediados y finales de julio.

El año pasado debido al confinamiento por la pandemia del coronavirus la belleza del Jerte no pudo ser disfrutada por los visitantes que año tras año se acercan a la comunidad para deleitarse: Este año iba a ser el balón de oxígeno, esa segunda oportunidad que se ha visto truncada debido a las restricciones impuestas frente a la COVID-19 para el puente de San José y que se extienden hasta después de Semana Santa.

La cereza un motor económico

La cereza es "el motor económico de esta comarca" porque de esta actividad "depende la rentabilidad de muchas familias de manera directa o indirecta".

Aunque la mayoría de los 3.500 agricultores que integran esta agrupación "todavía pueden vivir" de la cereza hay otros que necesitan complementar su renta con otros cultivos o con otras actividades complementarias, entre ellas el agroturismo que este año se ve limitado al público extremeño.

La floración suele durar 10 días y no tiene una fecha fija, depende de la meteorología y se trata de una flor delicada, con una vida corta. Después de la floración continúa la campaña de la cereza, y en la época de la recolección se puede disfrutar de La Cerecera, un programa con actividades de agroturismo en las que el visitante puede conocer, cesto al hombro, cómo se cultiva este fruto, qué variedades existen y su recolección manual.