El Pirineo ha amanecido cubierto de polvo marrón esta mañana. Una borrasca procedente del Sahara ha provocado una lluvia de barro que ha teñido de marrón el Pirineo. También algunas localidades de Aragón y de la Comunidad Valenciana.
Este fenómeno se conoce como lluvias de sangre. Se debe a que el barro provoca una mezcla de polvo que sube del norte de África con las precipitaciones. En Canarias, este polvo es habitual, pues ya ocurrió el pasado mes de febrero de 2020.
Para que este fenómeno suceda es necesario que las lluvias sean muy débiles. Esto facilita que se evapore el agua y que quede el residuo sólido del polvo del desierto del Sahara. Por ello se ha depositado en coches, calles y balcones.
Una vez tras 30 años
Hacía 30 años que no ocurría en estas zonas, indica Aemet. Los científicos indican que la lluvia no está compuesta solo de agua, sino que también tienen partículas conocidas como núcleos de condensación formados por sales, materia orgánica y polvo.
Este fenómeno ha dejado un paisaje que hacía tiempo que no se veía. Las montañas han quedado llenas de polvo marrón. Sin embargo, durante la tarde se ha ido desvaneciendo, ya que las precipitaciones lo han arrastrado. Tras Filomena y los terremotos en Granada, llegan las lluvias de sangre.
Este polvo marrón apareció a primera hora de la mañana al Pirineo. Donde más se ha visto es en las pistas de esquí, aunque los pueblos del propio Pirineo también han quedado marrones. Ha sido una lluvia de barro sobre nieve.