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POR PROYECTOS URBANÍSTICOS

Las diez playas más amenazadas según Greenpeace

Cataluña es la comunidad autónoma con los hábitats naturales costeros más amenazados por el ladrillo según Greenpeace.

La organización ecologista Greenpeace ha publicado su informe 'A Toda Costa 2019' con los espacios naturales costeros, las playas, más amenazados por la presión urbanística. Encabeza la lista una playa de Sitges (Barcelona), aunque dicen que Cataluña es también la comunidad que cuenta con menor porcentaje de hábitats naturales costeros desprotegidos, un 10,7 %, frente al 22 % del total del litoral español: "Cataluña es la comunidad con mayor presión humana en la costa, donde la superficie urbanizada es más de tres veces superior a la de los hábitats naturales carentes de protección, con un 26,1 % de superficie costera urbanizada, a lo que se le añade el revivir de multitud de proyectos urbanísticos", según el informe, elaborado por Greenpeace en colaboración con el Observatorio de la Sostenibilidad.

Dice Greenpeace que "muchos de los planes urbanísticos que se están llevando a cabo son proyectos obsoletos, diseñados hace años, antes de que explotara la burbuja inmobiliaria, cuando no había conciencia sobre el valor de los ecosistemas naturales. Se trata, por tanto, de un modelo urbanístico caduco", según la responsable de la campaña de Costas de Greenpeace, Paloma Nuche. La costa de la provincia de Barcelona es la que más urbanizada está de toda España, junto con Málaga.

LAS DIEZ PLAYAS MÁS AMENAZADAS:

- Playa de Gaspar, Sitges (Barcelona)

- Cala Mosca (Alicante)

- Playa Margalida-Playa Son Real (Islas Baleares)

- Playa de la Cola, Águilas, (Murcia)

- Playa de El Palmar-Castilnovo (Cádiz)

- Playa Matas Blancas (Fuerteventura)

- Praya de Limens (Pontevedra)

- Playa de Tranqueru (Asturias)

- Playa Rosamunda (Cantabria)

- Playa de Azkorri (Vizcaya)

La primera es la Playa de Gaspar, una de las pocas que quedan sin urbanizar en la provincia de Barcelona, franqueada por un bosque mediterráneo formado por lentiscos y coscojas de gran biodiversidad, amenazado por las urbanizaciones del municipio de Sant Pere de Ribes, que se expanden en un suelo catalogado como urbanizable y cuyo ayuntamiento ya ha firmado un convenio con una inmobiliaria, ha denunciado Greenpeace.

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