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SEGÚN UN AGENTE DE LA GUARDIA CIVIL

La expareja de Ana Julia Quezada tuvo inexplicables episodios de fiebres "muy altas" cuando estaba casado con ella

El padre de Judith, la hija de Ana Julia Quezada, tuvo que ser ingresado por fiebres muy altas cuyo origen no pudieron determinar los médicos. El hombre pensó que la acusada podía tener algo que ver porque tras terminar su relación con ella no ha vuelto a tener otro episodio de este tipo.

El agente de la Guardia Civil que fue a Burgos para investigar a Ana Julia Quezada ha explicado en el juicio, donde ha declarado como testigo, que el padre de Judith, hija de la acusada, le indicó que tuvo dos episodios de fiebres "muy altas" mientras estaba casado con ella y que no pudieron determinar el motivo.

El hombre tuvo que estar ingresado durante dos o tres días en aquellas ocasiones pero nadie supo qué era lo que le pasaba.

El testigo explicó al agente que en un viaje corto a Madrid se empezó a sentir "muy mal", que no sabía cómo había llegado a su casa y que tras conocer lo que le había ocurrido con otras parejas de la acusada, pensó que esta podría tener algo que ver, porque tras terminar su relación con ella no ha vuelto a tener otro episodio de este tipo.

Esta declaración llega después de que la Fiscalía le preguntara a la acusada por las búsquedas que se hallaron en su ordenador sobre plantas venenosas.

Además, la defensa de los padres de Gabriel llegó incluso a preguntar en el juicio a Ana Julia Quezada si había intentado envenenar al pequeño en alguna ocasión, pues él también presentó episodios de dolores abdominales y vómitos que nunca se aclararon.

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