La conmoción y el dolor invadieron este miércoles a la familia de Blanca Fernández Ochoa, una vez confirmada la localización de su cadáver en una zona de la sierra madrileña después de cuatro días de búsqueda.
Lola, la hermana de Blanca, lanzó un beso a la prensa tras conocer el triste desenlace. Ha sido quien ha ejercido de portavoz junto al cuñado de Blanca.
La autopsia que se realizará en las próximas horas determinará la causa del fallecimiento de la deportista. Ha muerto en "la montaña que ella amaba", en palabras del portavoz de la familia, Adrián Federighi, aún agarrado al pequeño "clavito" de esperanza de la ausencia de identificación oficial por parte de las autoridades, que han pedido responsabilidad y evitar las especulaciones sobre las circunstancias del fallecimiento.
"Los hermanos y toda la familia estamos muy mal", dijo después de agradecer su interés a todos los medios de comunicación y al dispositivo de búsqueda. "Nos dan igual las causas de la muerte, solo sabemos que ya no está", explicó.
Gran parte de la familia ha participado en la búsqueda. Sus hijos Olivia y David, han estado siempre pendientes de las últimas noticias. Ella tuvo que marcharse a la concentración con sus compañeras de rugby pero llamaba frecuentemente para conocer los avances.