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EN CÁDIZ

Investigan a un falso párroco que fingió su condición de sacerdote durante 20 años

De confirmarse la falsedad de la ordenación del cura, los matrimonios y bautizos celebrados por él pasarían a ser ilícitos.

Miguel Ángel Ibarra Marín, de nacionalidad colombiana, llegó a la diócesis de Cádiz y hace poco más de un año. Afirmó ser sacerdote presentando toda la documentación pertinente en la diócesis de Cádiz, además de afirmar que contaba con experiencia propia en otras iglesias colombianas.

El pasado 13 de diciembre se despidió precipitadamente de los vecinos de la localidad gaditana de Medina Sidonia poniendo como excusa que se marchaba a su país natal. Sin embargo, el obispado de Cádiz ha publicado un comunicado en el que afirma que Miguel Ángel nunca había sido ordenado sacerdote formalmente: "La Archidiócesis colombiana avisó, el pasado 13 de diciembre, a la diócesis de Cádiz y Ceuta que, tras una denuncia de falsedad en sus documentos de ordenación, se había llevado a cabo una profunda investigación que concluía que Miguel Ángel Ibarra no había sido nunca ordenado sacerdote".

Con lo cual, los matrimonios y bautizos impartidos por Ibarra en este tiempo pasarán a ser ilícitos, aunque seguirán siendo válidos para la Iglesia.

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