Ola de incendios en España

El incendio de Castellón sigue generando fuertes problemas y el clima no ayuda a estabilizarlo

La Comunidad Valenciana vive sus peores incendios en muchos años. En Castellón, los bomberos luchan contra un fuego que sigue sin ponerles las cosas fáciles.

Publicidad

El incendio de Castellón, que ya ha arrasado 19.000 hectáreas, es el que más preocupa en estos momentos en España después de que se haya conseguido estabilizar el fuego presente en Vall d´Ebo, el peor que hubo en la última década. Las llamas en este lugar adquirieron una gran notoriedad después del incidente que hubo en un tren que se topó con las llamas, donde los pasajeros trataron de huir a la desesperada, manteniendo una versión contradictoria a la de la maquinista, Adif y RENFE.

Ahora, los bomberos siguen luchando por apagar un fuego que sigue fuera de control. Un miembro de los servicios forestales que está dentro de la operación por apagar las llamas nos explica que el viento tampoco está ayudando, tal y como sucedió en días pasados. Su prioridad ha sido proteger el Santuario de la Cueva Santa: "Había cogido unas barrancadas y el fuego avanzaba en una zona con una orografía muy complicada. Aparte, le ayudaba la fuerza del viento", nos señala un bombero.

Castellón sigue pidiendo ayuda de todo tipo mientras el fuego continúa cebándose con su territorio. El pasado miércoles, el director del Puesto de Mando del Consorcio de Bomberos de Castellón, Fernando Kindelán, explicaba en Antena 3 Noticias que se iban a incorporar más efectivos en las siguientes horas, dando por hecho que los que había ya por entonces asumían que el fuego, de grandes proporciones, se iba a volver difícil de controlar.

Los nuevos frentes no dan tregua

Aunque el fuego parece estar avanzando más lentamente que en las pasadas horas, los vientos no ayudan y ello hace que los bomberos tengan más difícil impedir la apertura de nuevas fuentes. El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ha confirmado que le meteorología ha ayudado este viernes más de lo previsto. La mala noticia es que para este fin de semana se esperan temperaturas más altas, que pueden tener un factor decisivo de cara a la extinción de los incendios.

Los hidroaviones también están jugando un papel clave al poder sofocar las llamas de mayor altitud, y que resultan más complicadas de alcanzar para los bomberos. La virulencia con la que el fuego sigue engullendo miles de hectáreas en Castellón está requiriendo la ayuda de todos los efectivos posibles, además de todos los transportes posibles, en una situación cada vez más complicada, que recuerda a gravísimos incendios de este año como los de Castilla y León.

Publicidad