Pederastia

La iglesia presenta su plan antipederastia

La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha dado un paso adelante en la lucha contra la pederastia dentro de la Iglesia al aprobar su plan de reparación a las víctimas de abusos sexuales, el denominado PRIVA. Pero al mismo tiempo ha pedido "respeto" al Gobierno, tras las palabras del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que estos días criticó la estrategia “unilateral de los obispos.

La asamblea plenaria de la Conferencia con sólo una abstención el documento presentado por la cúpula episcopal pero sin incorporar ni una sola de las exigencias del Gobierno. Diversas asociaciones de víctimas, que estaban invitadas al cierre de la reunión, no han acudido. El presidente y arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha sido nítido en su respuesta al Gobierno que pone en duda el plan por considerarlo unilateral: “La Iglesia tiene sus reglas de funcionamiento para las que pedimos el respeto de toda la sociedad y de las administraciones públicas. Es nuestra decisión libre y responde a una obligación no jurídica sino moral. Sí, asumimos una obligación unilateralmente, por propia iniciativa. Claro que es unilateral”.

El documento con las Líneas de trabajo, que incluyen el PRIVA -Plan de Reparación- , se refiere a los Criterios orientadores para la reparación integral para las víctimas de abusos sexuales a menores de edad o adultos equiparados en derecho. Son cinco líneas. La primera es "Reconocer y reparar". "En esta línea", dice el documento de la Conferencia "se encuadra el reconocimiento y la reparación simbólica a través de la adhesión al acto público de reconocimiento a las víctimas; el reconocimiento y reparación de las víctimas de abusos sexuales prescritos o en los que el victimario ha fallecido; y el reconocimiento y reparación de aquellos casos en los que la acción penal no ha prescrito. Esta línea de trabajo incluye la elaboración del Plan de Reparación Integral a los menores y personas equiparadas en derechos, víctimas de abusos sexuales".

Un segundo es atender a las víctimas y/o supervivientes y el tercero "prevenir: continuar la difusión en los centros educativos de la Iglesia de la “Guía para la prevención y reparación de abusos sexuales a menores en centros educativos” publicada por Escuelas Católicas. Además de comprometen a trabajar en la implantación en los centros de la figura del coordinador de bienestar y protección. Además abogan por "formar y sensibilizar", es decir, buscar la formación de los profesionales en contacto con personas menores de edad en materia de violencia sexual; y la sensibilización con la difusión de las medidas de prevención y protocolos de las instituciones educativas de la Iglesia. Por último se comprometen a informar e investigar, cualquier tipo de violencia sexual.

Conflicto con el Gobierno

El presidente de la Conferencia Episcopal no ha pedido directamente que Presidencia no se inmiscuya en la labor de la Iglesia, aunque de forma implícita hacía este llamamiento: “Estamos dispuestos a una leal colaboración en lo que corresponde a las responsabilidades propias de cada cual. Y la del Gobierno es con todas las víctimas”, ha precisado haciendo hincapié con el tono de voz la palabra “todas”. A la invitación a Bolaños de "arrimar el hombro para avanzar juntos en la solución”, le ha seguido un aviso: “Desde una mirada parcial o sesgada, difícilmente es fácil llegar a acuerdos”, respondía con contundencia el arzobispo al ministro de la presidencia.

Por otra parte, dentro de la comisión que estudiará las situaciones y prevenciones, no se prevé la presencia de representantes de las víctimas. Este aspecto es polémico, según Presidencia de Gobierno. El presidente de la Conferencia ha replicado repitiendo en varias ocasiones que “queremos escuchar a las víctimas” y ha advertido que podrían ser convocadas. Sin embargo ha matizado que dicha comisión han de formarla sólo profesionales de la justicia y de la psicología. Por último ha reconocido que la pederastia en el ámbito religioso “desgraciadamente se sigue dando” a pesar de que hayan bajado el número de casos en los últimos diez años. “Existe el pecado original, una herida en el corazón. El mal toma cuerpo en las personas y se realiza”, ha concluido.