Durante los últimos seis meses, el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús ha sido un hogar para Sergio, que ha podido ver el increíble cambio que han sufrido los pasillos de este lugar.
El pasillo de la primera planta de este hospital se ha convertido en una estancia llena de árboles, pájaros y zonas que recrean distintos espacios del parque de El Retiro, como la Rosaleda o el Palacio de Cristal. Además, se ha construido una inmensa pajarera sobre las ramas de un árbol situado en el hueco de la escalera principal para que los niños puedan jugar dentro.
El cambio producido en este pasillo de 544 metros cuadrados y que sirve como zona de acceso y espera de cientos de pacientes, facilita mucho el día a día de los pacientes. En esta zona se encuentran las siete salas de hospitalización, la zona quirúrgica, hospitales de día, banco de sangre y el teatro, donde se realizan las actividades lúdicas para los niños y ahora es un lugar mucho más agradable: "Antes no te apetecía pasear por aquí. Ahora es mucho más bonito, se puede hacer de todo", cuenta Sergio.
Andrea también sabe lo que es pasar largas temporadas en el hospital. Durante mucho tiempo pasaba las mañanas jugando con la tablen y por las tardes con las voluntarias que acuden al hospital. Ahora, después de este cambio que ha sido financiado íntegramente por la Fundación Juegaterapia, Andrea solo tiene una palabra: "Gracias".
El cambio del pasillo se enmarca dentro del proyecto 'El Retiro invade el Niño Jesús' que está llevando a cabo el hospital. La próxima fase prevista será la decoración de la planta baja que también tendrá como protagonista al madrileño parque de El Retiro, situado a tan solo unos metros del hospital y que representa una válvula de escape para muchos de los niños ingresados y sus familias.
Los expertos señalan que estos cambios mejoran la calidad de vida de los pacientes pero también su pronóstico: "Responden mejor al tratamiento".
El Hospital Niño Jesús, que presta atención pediátrica desde hace más de 140 años, es referente en iniciativas de humanización, fue el primero en montar una unidad de dolor pediátrica, en crear una UCI de puertas abiertas para los padres y en la actualidad realiza una media anual de 6.000 actividades lúdicas y de voluntariado para los pacientes pediátricos y sus familias.