Enfermedades

Hígado graso, la enfermedad que puede empeorar después del verano

El hígado graso es una patología que afecta a más del 20% de población.

Imagen de dos cuerpos

Imagen de dos cuerposPixabay

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El hígado graso es una enfermedad del hígado frecuente entre los adultos, que afecta a más del 20% de la población adulta, según los datos de la Fundación Española de Aparato Digestivo. Se trata de una patología que puede empeorar tras los excesos del verano.

En el verano y, sobre todo, en la época de vacaciones, es cuando más se abandonan las rutinas en la alimentación y en el ejercicio. La hepatóloga y especialista en aparato digestivo del Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas, Marta Abadía, explica que en verano "tendemos a consumir alimentos más calóricos, con más azúcares, como helados o refrescos. Además, la cantidad de alcohol que tomamos también se incrementa, con cantidades que pueden alcanzar lo que se entiende por consumo perjudicial".

Esto se suma también a una vida más sedentaria, dice, "si a esto le añadimos que también solemos llevar una vida más sedentaria, es frecuente que los depósitos grasos en el hígado se incrementen".

Características del hígado graso

El hígado graso se caracteriza por la presencia de grasa en el interior de las células de grasa (hepatocitos). Según la especialista, "suele estar asociada al Síndrome Metabólico, que agrupa una serie de trastornos que incluyen aumento de la presión arterial, niveles altos de azúcar en sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos".

Aumentar el peso de manera considerable, no cuidar la alimentación y tener una vida sedentaria puede favorecer la aparición de hígado graso.

Actualmente, no existe ningún tratamiento farmacológico con el que se haya demostrado efectividad para tratar esta patología. El único tratamiento con evidencias científicas consistentes es la pérdida de peso además de controlar los factores que están asociados al síndrome metabólico. Esto quiere decir, controlar la hipertensión, los niveles de azúcar en sangre y bajar los niveles de colesterol y triglicéridos.

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