Guardia Civil

La Guardia Civil comienza a usar en la calle las primeras pistolas eléctricas Táser

Un equipo de Antena 3 Noticias es testigo en Logroño del curso de adiestramiento del Grupo de Acción Rápida (GAR) en el uso de las pistolas Táser.

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"Se trata de olvidarnos, por decirlo así, del arma de fuego; si no hay más remedio…", explica Rafael, un guardia de los Grupos de Acción Rápida (GAR), mientras en la sala de entrenamiento retumba un nuevo disparo de una pistola eléctrica. La Guardia Civil ha comenzado este martes a utilizar en la calle 150 pistolas eléctricas Táser. Cada una costó 3.000 euros.

Entramos en el Centro de Adiestramientos Especiales de la Guardia Civil de Logroño. Aquí se entrenan los agentes en el uso de estas pistolas Táser. Su uso parece sencillo, pero no lo es. Hay que saber cómo manejarla, la postura idónea para hacer un disparo, las distancias a las que puede estar el objetivo. También a quién o dónde no debe utilizarse.

"El protocolo indica que debe evitar su uso sobre niños, sobre mujeres con claros signos de estar embarazadas, sobre personas de avanzada edad con problemas de movilidad, sobre discapacitados, sobre personas con conductas autolesivas o que estén en el agua", explica a los alumnos del curso el sargento primero Moisés, uno de los instructores. "Tampoco debe dispararse a personas que estén en una cornisa, por ejemplo, o en cualquier altura", añade. La razón parece obvia. Las consecuencias de la caída podrían ser letales.

Los agentes ensayan la acción de disparar: desenfundar, ocultar el arma en la espalda para evitar que la persona a reducir pueda aumentar su agresividad, apuntar manteniendo siempre la otra mano pegada al cuerpo para evitar recibir la descarga… y disparar. Los impactos los recibe una silueta de un hombre armado. En estos cursos no se realizan disparos sobre personas.

"La descarga intercepta la comunicación del cerebro con los elementos sensoriales y los elementos motores de manera que la voluntad del individuo no puede realizar ningún movimiento ni reacción", nos cuenta el sargento primero para explicar el efecto en un cuerpo de un disparo de estas pistolas.

Este tipo de armas tampoco deben usarse en lugares potencialmente inflamables: gasolineras, red de alcantarillado, "salvo que el daño a evitar sea mayor", explican en el curso. Las situaciones más habituales en las que se usará este tipo de armas será cuando exista un peligro cierto para la vida del agente o de terceras personas.

Los guardias civiles con pistolas Táser llevarán también una videocámara adosada a su uniforme. Siempre que se use el arma eléctrica, la actuación quedará grabada. “Es una defensa legal”, explica el instructor a los agentes. Se trata de tener una grabación que pueda demostrar la necesidad de su uso. Nos marchamos del curso. En el centro de adiestramiento sigue sonando el ruido de las detonaciones.

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