Ayudas
Galicia ofrece menús a 1,76 euros para quien lo necesite
El programa 'Xantar na casa' atiende ya a unos 2.000 gallegos de 200 ayuntamientos diferentes.
Publicidad
Son mayores, dependientes o en riesgo de exclusión social. Son casi 2.000 personas las que se benefician en Galicia del programa 'Xantar na casa' ('Comer en casa') del gobierno autonómico.
Se trata de un servicio que recorre más del 70% del territorio de la Comunidad para ofrecer comida a quienes más lo necesitan. Muchas veces es la dispersión poblacional la que causa que algunos vecinos no tengan acceso a un supermercado cerca de sus viviendas, en otros casos el motivo es la soledad, la avanzada edad de los usuarios o la falta de recursos económicos.
Desde la Xunta de Galicia se ha puesto en marcha este servicio para llegar a todos ellos. Una vez a la semana, los agentes de intervención en domicilio, recorren el mapa para hacer llegar los menús por un precio de 1,76 euros al día. La comida supone más de 6 euros pero el gobierno gallego se hace cargo del 50% del coste y los ayuntamientos del 25%, con lo que el usuario solo paga el 25% restante.
En una sola mañana visitamos a 6 personas, recorriendo más de 300 kilómetros. Una de las beneficiarias de este programa se llama María, tiene 95 años y desde hace más de una década reside sola en su casa. Precisa ayuda para prácticamente todo así que Yolanda, que así se llama quien le lleva la comida, además de entrar en su cocina y llenarle la nevera, invierte buena parte de su tiempo en hablar con ella. "A veces solo reciben nuestra visita en esa semana, así que aprovecho para cambiar bombillas, arreglarles el mando de la televisión o ayudarles con el teléfono móvil para que puedan llamar a sus familiares", nos cuenta Yolanda.
Las caras de satisfacción de los usuarios lo dicen todo. "Yolanda ya es una más de la familia", dice José Manuel, otro vecino de la localidad coruñesa de O Pino al que la soledad ha atrapado.
Un servicio para ofrecer un menú sano y saludable, pero también un soporte para evitar que los mayores gallegos caigan en el olvido.
Publicidad