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CONEXIÓN FARIÑA

El poder de los narcos continúa: un amigo de Sito Miñanco intenta agredir con una excavadora a un equipo de Antena 3 Noticias

"Voy a por la excavadora, la traigo y te aplasto el coche", amenaza este hombre, palabras que constituyen una prueba más del poder que tuvieron y que tienen los narcotraficantes en Galicia. Con su dinero, manejaron la política y compraron el perdón de la Iglesia, que miró hacia otro lado.

El poder de los narcotraficantes gallegos fue siempre muy conocido en la región. A finales de los 80, el poder y la fortuna de algunos de los señores del tabaco empieza a llamar la atención. Sito Miñanco compró el Juventud Cambados, otros pagaron fiestas patronales o financiaban obras benéficas. Entonces empezó a hablarse de la existencia de narcotráfico en las Rías, pero nadie había conseguido probarlo.

Compraban directamente a los políticos y, según explica Sito Vázquez, exalcalde de Vilanova de Arousa, hasta había un contrabandista que se jactaba de haberse gastado 15 millones de euros para echarle. Vázquez fue un político incómodo para los narcotraficantes. En la década de los 80 denunció que el dinero negro estaba ensuciando la política gallega: "Entonces el dinero servía para sobornar a quién hiciese falta".

Los narcotraficantes buscaron también el perdón de la Iglesia. La leyenda cuenta que el arreglo de la cubierta de un templo de Cambados fue un 'milagro' de Sito Miñanco. De hecho, Vázquez afirma que prácticamente no hay ninguna iglesia en la zona que no haya sido tocada con el "oro del narco". Por ejemplo, la Procesión Marinera de la Virgen del Carmen tenía ocupada a los barcos que Miñanco necesitaba y la solución estaba en manos del párroco, que aceptó cambiar la fecha. Desde entonces esa procesión siempre se celebra en fin de semana.

"Entonces el dinero servía para sobornar a quién hiciese falta"

Felipe Suárez, de la Fundación Galega Contra o Narcotráfico, no duda en afirmar que si Miñanco no se hubiera dedicado a las drogas, sería un "tío guay" y "hubiera sido una buena persona". Pasó de ser un mariscador furtivo con las lanchas a ser el capo gallego con el expediente policial más amplio. La última detención fue hace solo dos meses en Algeciras porque, presuntamente, estaba otra vez al frente de una red internacional de narcotraficantes aprovechando el régimen de tercer grado del que disfrutaba.

El poder de Miñanco

Ahora, buscar información sobre Miñanco resulta peligroso. De hecho, el dueño de una de las naves, José Benito Padín, amenaza al equipo de Antena 3 noticias que intenta grabar: "Como lo solucione yo, voy a por la excavadora, la traigo y te aplasto el coche". Esta persona es un viejo amigo de Miñanco y fue condenado a tres años de cárcel en 2003 por narcotráfico.

La fidelidad al narco de Cambados se mantiene, aunque Sito hace tiempo que va por allí. Acumula más tiempo en prisión que en libertad desde que fue arrestado por primera vez hace 35 años.

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