Sucesos

Los familiares de los ancianos de la residencia de Moncada: "Lo peor es pensar en los que no podían moverse"

Familiares y testigos de los internos de la residencia de Moncada, en cuyo incendio han muerto seis personas, hablan sobre la "impotencia" y "angustia" vividas durante el rescate.

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El incendio que esta noche se ha declarado en una residencia de ancianos de Moncada, en Valencia, y que ha costado la vida a al menos seis personas, dejando además, 15 heridos, ha conmocionado a esta localidad, que en 2008 ya vivió un episodio parecido en esta misma residencia, aunque entonces el fuego fue provocado por una interna que terminó suicidándose. Fue la única víctima mortal.

En esta ocasión, sin embargo, los daños humanos han sido mucho más elevados. Tanto la policía, como los bomberos y los servicios de emergencias, así como el concejal de Seguridad Ciudadana y coordinador de Protección Civil en el Ayuntamiento de Moncada, Martín Pérez Aranda (que también ha tenido que ser atendido en el hospital), coinciden en que el rescate ha sido "difícil y angustioso".

Primero por los cerca de 80 residentes que había en el centro, y segundo porque, muchos de ellos, tenían movilidad reducida. "Hemos tenido que hacer una cadena humana entre todos desde las habitaciones hasta la calle para poder sacarlos ha todo", explica Martín Pérez.

"Sólo Dios sabe la noche que he pasado"

Algunos familiares de los residentes también han colaborado en estas labores de rescate. "Lo peor era pensar en los pobres abuelos en plena calle y en mitad de la madrugada", explica una de las familiares.

Pedro, cuya madre se encontraba en la residencia, apunta que lo que más desazón le genera son "los residentes que no se podían mover, los que estaban encamados y no podían hacer el más mínimo gesto ante la llegada del fuego".

Todos coinciden en el "miedo" y las horas de "incertidumbre" que han pasado hasta que han podido comprobar el estado de sus familiares. "Sólo Dios sabe la noche que he pasado, para mí se queda", resume con tristeza otra familiar.

El incendio comenzó en una habitación del primer piso del ala donde viven los residentes con más grado de dependencia y cuando llegó la primera de las nueve dotaciones de bomberos que acudieron estaba "totalmente desarrollado, con mucha gente pidiendo auxilio".

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