Volcán La Palma

Los expertos recomiendan extremar las precauciones ante el dióxido de azufre expulsado por el volcán en La Palma

Las coladas de lava del volcán de Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, ha afectado ya a más de un centenar de viviendas, pero los expertos alertan también de los gases tóxicos que está desprendiendo el cráter y que pueden causar problemas de salud para los habitantes si no se siguen algunas precauciones.

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La erupción del volcán en La Palma mantiene en vilo a los vecinos de las localidades pedáneas y cercanas. Varios miles han sido evacuados ante el peligro de las coladas de lava que desde el pasado domingo se están produciendo y que ya ha afectado a más de 100 viviendas.

Pero no es el único peligro que amenaza a la población. A esas lenguas de fuego de más de 1.000 grados centígrados que descienden por la ladera en dirección al mar hay que sumarles los gases que está emitiendo el propio volcán. El presidente canario ha avisado: el cráter de Cumbre Vieja ha arrojado ya 20.000 toneladas de dióxido de azufre desde en apenas 24 horas. También está liberando monóxido de carbono, ceniza y mucho vapor de agua.

Esta circunstancia obliga a que los ciudadanos de La Palma tomen precauciones para evitar los efectos nocivos de estos gases, ya que la nube que ha generado puede causar problemas de salud, por ejemplo, en pulmones y ojos.

Nube tóxica

Los expertos piden que la gente extreme las precauciones y no se confíe. "No hay que acercarse. Son el mayor peligro", alerta Stavros Meletlidis, vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional, para Antena 3 Noticias. "El único fallecido en los 500 años que hemos tenido de erupciones en Canarias fue en 1971 por inhalación de gases", recuerda.

En este sentido, el viento puede jugar un papel primordial para evitar males mayores, Durante la jornada de este lunes, no está soplando de manera muy fuerte, permitiendo que la columna de humo ascienda y se disperse arriba, apunta Roberto Brasero. Para este próximo martes, en cambio se espera que el viento cambie de dirección y pase de ser de componente sureste a noreste, extendiéndose a otras zonas.

Pero, ¿qué debemos hacer para que esta nube tóxica no nos afecte? La primera norma es evitar correr riesgos. ¿cómo? No saliendo de casa si no es absolutamente imprescindible, porque los gases pueden ir acompañados de cenizas. Y dentro de la vivienda, recomiendan cerrar puertas y ventanas, así como cortar los suministros para evitar la penetración de los gases.

En el caso de tener que abandonar la vivienda, es fundamental protegerse con mascarilla y usar gafas como forma de protección. De no hacerlo así, el riesgo que se corre es que podamos sufrir irritaciones en el sistema respiratorio, en los ojos y en la piel.

Y si se va a coger el coche, se debe evitar ir a una velocidad superior a los 40 kilómetros por hora, ya que la ceniza se acumula en la carretera y puede resbalar o producir una visibilidad muy reducida.

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