Bulos

José Luis Perales, el último en unirse a la larga lista de famosos 'matados' por las redes sociales

Los bulos van a la velocidad de la luz. Con la tecnología al alcance de muchos, las noticias vuelan, también las falsas. Esto ha provocado que muchas páginas web informen de la muerte de personajes famosos que están vivos.

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Cada día muere alguien, pero no siempre alguien conocido. Sin embargo, la tecnología y las redes sociales informan al instante de un hecho tan relevante como puede ser la muerte de una persona famosa. Sin embargo, este avance inmenso en internet también puede servir para hacer un uso incorrecto de la información y propagar bulos.

Al último al que las redes sentenciaron de muerte fue al conocido cantante José Luis Perales. Anoche, diversas páginas web internacionales anunciaban su muerte a los 78 años a causa de un infarto. Fue el propio Perales quien apareció en el mundo de los vivos y, desde su cuenta de Instagram, afirmó seguir "más vivo que nunca". El cantante se encontraba en Londres disfrutando de una tranquila velada junto a su familia.

Otras 'muertes virtuales'

No solo José Luis Perales se ha enfrentado a una sentencia de 'muerte virtual'. Otros famosos como Laura Pausini también fueron dadas por muertas en internet y no solo una, sino varias veces. En esta ocasión, la causa de la muerte no fue el infarto, fueron numerosos accidentes de tráficos los que acababan con la vida de la cantante.

Otra víctima de este tipo de bulos fue David Bisbal. El cantante almeriense también fue sentenciado a muerte en un accidente de tráfico falso anunciado en redes sociales. Rozalén tampoco se libra. El 7 de diciembre de 2022, una tuitera publicó su muerte. Eso sí, fue la propia cantante la que se encargó de contestarle desmintiendo su muerte y recalcando que "tiene escrito el testamento".

Pero ahí no acaba la lista. El cocinero Alberto Chicote también tuvo que aparecer en las redes sociales para desmentir la muerte que las mismas redes habían publicado. Al final, la información veraz consigue acabar con estos bulos. Sin embargo, debemos tener en cuenta que cualquier información falsa puede provocar un daño inmenso e irreparable. Por eso, quienes lo leen deben comprobar y ser conocedores de dónde viene esa información y si la fuente es realmente fiable. Ante esto, solo queda hacer frente a una batalla y conseguir un reto para la sociedad y, sobre todo, para los periodistas.

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