Nieve

La escasez de nieve continúa en las montañas después de un 2022 totalmente seco

Este fenómeno también afecta a las provisiones de agua potable de cara al año que viene, ya que las reservas de nuestros embalses e encuentran al 50,46% según los datos del último registro.

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El año 2022 ha sido uno de los años más secos en lo que a la nieve respecta y los montañeros constatan esta escasez. Desde 1961 no se vivía un invierno tan cálido, lo que provoca nefastas consecuencias para nuestras montañas.

La cantidad de nieve se ha reducido drásticamente y las temperaturas se sitúan hasta 3 grados por encima de la media. Sin embargo, este hecho no solo afecta a la actividad de las estaciones de esquí, sino también a las provisiones de agua potable de cara al próximo año.

Las reservas de nuestros embalses se encuentran al 50,46%, según los datos del último registro, situándose doce puntos por debajo de la media de la última década. Sin embargo, las provisiones de los científicos son todavía más alarmantes, pues alertan de que si esto continúa así en 2023, y en consecuencia con el cambio climático, la Cordillera de los Pirineos verá reducida a la mitad la nieve y los glaciares también acabarán desapareciendo.

Esta escasez de nieve en las montañas también afecta a quienes acuden a las estaciones de esquí tanto para pasar un fin de semana familiar como para aquellos que practican el deporte. Muchas de estas estaciones se han tenido que ver obligadas a esparcir sobre sus pistas nieve artificial para así no perder la temporada, pero no es lo mismo.

La llegada de la primavera deja en el aire a la nieve y a quienes trabajan de ella, pues la temporada está a punto de terminar. Una temporada que llegó tarde, pues hasta finales de enero no se pudo dar por empezada, debido a la escasez. Además, la llegada del verano de las 96 horas, augura un mal final para la nieve y las estaciones, pues al no esperarse grandes precipitaciones, en forma de nieve y frío extremo, está difícil el uso de las pistas.

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