Equinoccio de otoño 2020: Equinoccio y solsticio, ¿en qué se diferencian?

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Equinoccio de otoño 2020

Equinoccio y solsticio, ¿en qué se diferencian?

El 22 de septiembre tendrá lugar el equinoccio de otoño 2020 que dará paso a la nueva estación. Las palabras equinoccio y solsticio suelen oírse siempre que existe de por medio, algún fenómeno relacionado con el cambio de estación. Pero, realmente ¿cuáles son las diferencias entre ambas? Aquí nos encargamos de decírtelas todas.

El próximo 22 de septiembre, a las 15: 31 horas, tendrá lugar el equinoccio de otoño, con lo que oficialmente saldremos de la época donde se produjo el solsticio de verano, pero ¿en qué difiere uno de otro?

Los equinoccios y solsticios ocurren, cada uno, dos veces al año y ambos marcan el cambio de estación a lo largo del año. Muchas veces puede parecer que se está hablando de lo mismo y, generarse confusiones, pero no lo son y cada uno tiene sus propias peculiaridades.

El vocablo equinoccio proviene del latín aequinoctium que significa ‘noche igual’, y se refiere a un fenómeno astronómico en el que la noche y el día se equiparan en duración.

En lo que se refiere al solsticio, también es una palabra que proviene de latín solstitium, y quiere decir ‘sol quieto’. Esto se relaciona con el momento en el que el Sol se ubica en su punto más bajo o más alto del cielo, según el hemisferio donde nos encontremos.

Y es este día de solsticio el que marca la jornada con más o menos horas de luz del sol, del año.

Qué diferencia a equinoccios y solsticios

En resumidas cuentas, el solsticio marca el comienzo del verano y del invierno y, por su parte, el equinoccio la llegada de la primavera y del otoño.

Cada una de estas estaciones viene marcada por la posición de la Tierra con respecto al Sol. Así, el equinoccio es el momento en el que el Sol está situado en el plano del ecuador, marcando el inicio de la primavera y del otoño.

Por el contrario, cuando se produce el solsticio, el Sol alcanza su máxima decadencia, proyectando su luz sobre la máxima latitud geográfica de la Tierra.

Otra diferencia sustancial entre los dos fenómenos es que durante el equinoccio, la duración del día y de la noche es igual en toda la Tierra. Por el contrario, el solsticio marca el día más largo del año en el caso del solsticio de verano y, el día más corto del año, en el que arranca el periodo invernal.

Cuándo y cómo se producen

Sabidas estas diferencias principales entre ambos fenómenos, toca conocer un poco más ¿qué son y cuándo se dan?

El motivo por el que ocurren ambos fenómenos se debe a la inclinación del eje de la Tierra respecto a su órbita. Según el planeta va haciendo su rotación, el Sol se ubica más hacia el norte o más al sur. Es en el punto medio de este recorrido de la estrella, donde se producirá el equinoccio, justo cuando se sitúa sobre el ecuador de la Tierra.

Lo que se produce es que los rayos inciden, con el mismo ángulo en el hemisferio norte y en el sur, haciendo que noche y día duren lo mismo, en lo que a horas de luz se refiere. El solsticio es radicalmente opuesto en ambos lados del mundo dándose el día más corto y el día más largo.

En lo que respecta a los equinoccios, el de primavera se produce entre el 19 y 21 de marzo, y el de otoño entre el 21 y 23 de septiembre. En cuanto al solsticio, el de verano se produce entre el 20 y el 22 de junio, y el de invierno en torno al 21 y 23 de diciembre.

Durante los equinoccios, el Sol sale por el este y se pone por el oeste. El resto de días, en el hemisferio norte, el punto por el que sale y por el que se pone el Sol se muestra desplazado hacia el norte en primavera y verano; por su parte, en otoño e invierno, se encuentra hacia el sur.