"Hoy ha fallecido mi padre, Paco, Paquito; víctima del Covid-19, una nueva guerra. Una guerra en la que... la bomba cae y no sabes a quien va a tocar". Así comenzaba la carta que Paloma Nácher envió a los sanitarios del Hospital General Universitario de Castellón, en la Comunidad Valenciana.
La historia de Paco Nácher y su hija Paloma, es solo una de las miles que hay en España y en el mundo, cuando el pasado viernes sufrió la pérdida de su padre, de 79 años, y enfermo de coronavirus. Paloma ha querido, sin embargo, agradecer a todo el personal sanitario, "héroes y heroínas", como ella les llama, el gran esfuerzo que están haciendo por acabar con este virus.
"Enfermeras, médicos, celadores, auxiliares, limpiadoras... que sin importar quién eres se dejan la piel, y no es un eufemismo. Se la dejan literalmente". Porque todo el mundo, de una forma u otra, ha puesto su pequeño o gran esfuerzo por hacer lo posible por aquellas personas que entran en el hospital sin saber si en algún momento volverán a salir. "Ellos, a pesar de lo difícil de los tiempos se esfuerzan por hacerlo un poquito más llevadero; demostrando una humanidad que a veces es difícil, en según qué circunstancias", indicaba la misiva.
"Gracias a tod@s los que desde el minuto 0, en urgencias hasta que hoy se paró su reloj, han dado lo mejor de ellos. Gracias de parte de Paco, que nos estará viendo, desde no sé dónde, pero seguro que en buena compañía y con buena comida y mejor bebida", así finalizaba la carta a todos los trabajadores del hospital que dando la vida por el resto, trabajando en ocasiones sin los medios necesarios para afrontar un enemigo tan fuerte e invisible como el coronavirus.
En el último año, miles de familias no han podido despedirse de sus seres queridos que se encontraban en los hospitales enfermos de coronavirus y ha sido, precisamente el personal sanitario, el que en muchas ocasiones, ha hecho lo imposible porque esa distancia se redujese al mínimo.