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OBRAS CARAS Y POLÉMICAS DEL ARQUITECTO

El Cabildo de Tenerife pide una solución a Santiago Calatrava por los desperfectos en el Auditorio de Santa Cruz

Acusan al arquitecto Santiago Calatrava de fallos en la construcción del Auditorio 'Adán Martín' y le han pedido a través de una carta que proponga una solución lo antes posible.

El Cabildo de Tenerife ha detectado fallos en el revestimiento del Auditorio Adán Martín' y ha enviado una carta al equipo del arquitecto Santiago Calatrava para que proponga una solución lo antes posible.

Así lo ha acordado el consejo de gobierno insular, reunido bajo la presidencia de su titular, Carlos Alonso, según indica el Cabildo de Tenerife en un comunicado. El peritaje realizado a petición del Cabildo demuestra que existen fallos que afectan al revestimiento y a filtraciones de agua y humedades en algunas zonas del edificio, por lo que inmediatamente se requerirá a los responsables de la construcción del Auditorio que determinen soluciones para subsanar estas patologías, ya que la ley establece un período de 15 años por si aparecen deficiencias en la construcción.

El consejo de gobierno insular adjudicó en abril de 2016 a la empresa Intemac un informe que evaluara el estado del edificio ya que esta entidad tiene una amplia experiencia en estudios de este tipo y utiliza técnicas punteras para detectar defectos y patologías de la construcción, según la misma fuente.

Ahora el estudio de arquitectura de Calatrava tiene un plazo de 15 días para contestar. Una obra cargada de polémicas que incluso triplicó su presupuesto inicial.

En Valencia ya se tuvieron que reponer los 8.000 metros cuadrados de la cerámica 'Trencadís' del Palau de les Arts porque diez años después de su construcción se caía. Ahora los problemas se centran el El Ágora. Está cerrado por deficiencias en la construcción. Costó 95 millones de euros y no se puede abrir porque tiene goteras y presenta problemas de acceso en las puertas de entrada.

El Puente Zubizuri, conocido como puente de Calatrava, es el único del mundo con alfombra. Se tuvo que poner una moqueta antideslizante ya que cuando llovía o helaba en esta ciudad, aquí se resbalaban. El ayuntamiento se gastó en sus primeros diez años unos 135.000 euros cambiando losetas de cristal que costaban 240 euros cada una.

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