Abuso sexual
La dura historia de María José, víctima de abusos sexuales por parte de su tío: "Crecí creyendo que todo había sido culpa mía"
Ayer 10 de octubre se celebraba el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha para concienciar, combatir el estigma y reflexionar sobre el cuidado de la salud mental.

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La historia de María José Serrano, miembro de la Asociación de Víctimas de Abuso Sexual Infantil de Sevilla (AVASIS), se convierte en un ejemplo de cómo la sanación emocional es posible incluso después de décadas de silencio.
María José fue víctima de abuso sexual infantil por parte de un familiar cercano, un hermano de su madre. Los hechos comenzaron cuando tenía apenas ocho años y se prolongaron hasta los trece. Durante toda su infancia y juventud guardó el secreto, atrapada por el miedo: "Me manipularon de pequeña y crecí creyendo que todo había sido culpa mía", confiesa.
Romper el silencio: el primer paso hacia la recuperación
Pasaron muchos años hasta que pudo verbalizar su historia. No fue hasta los 52 años cuando decidió reunir a su familia para contarles lo ocurrido. Aquel acto marcó el inicio de su recuperación pero no fue lo que le salvó. Durante años estuvo acompañada de psicólogos pero afirma que el verdadero cambio llegó a sus 62 años, cuando conoció a AVASIS, la asociación que se convirtió en su refugio y su punto de partida hacia la reconstrucción personal.
"En AVASIS encontré personas que habían pasado por lo mismo. Por primera vez me sentí comprendida. Toda la vida me consideré un bicho raro, pero allí aprendí que no estaba sola", relata. En la asociación aprendió a mirar su trauma de frente y a no darle la espalda: "Mi mente infantil estaba rota". El trabajo terapéutico y el apoyo colectivo le permitieron enfrentarse al trauma que había intentado enterrar durante años.
Cuidar la mente, un compromiso de todos
La historia de María José es también la de muchas otras personas que han sufrido abusos en silencio. Su mensaje busca romper el tabú y animar a otras víctimas a buscar ayuda. Gracias a su valentía y al acompañamiento de asociaciones como AVASIS, el camino hacia la sanación y la justicia se hace un poco más visible en una sociedad que aún tiene mucho que aprender sobre cómo cuidar a las personas con problemas de salud mental.
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Su experiencia demuestra que el acompañamiento adecuado puede transformar el sufrimiento en fuerza. En este 10 de octubre, su voz recuerda que cuidar la mente es un compromiso colectivo y que hablar, escuchar y empatizar también son formas de sanar.
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