Día de la croqueta 2020: El secreto para hacer croquetas como tu madre

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Día Internacional de la croqueta 2020

Día Internacional de la croqueta 2020: El secreto para hacer croquetas como tu madre

En el Día Internacional de la croqueta 2020 es el mejor momento para recordar cómo se hacen las verdaderas croquetas. Porque las croquetas generan pasiones a partes iguales pero no todo el mundo sabe cocinarlas para conseguir, al menos, igualar a las que hacen nuestras madres.

Hoy se celebra el Día Internacional de la croqueta 2020 y es que hay pocos platos tan caseros y deliciosos. Aunque despierten muchas pasiones, otro tema muy distinto es cuando hablamos de hacer croquetas por nuestros propios medios. Todo el mundo "pelea" defender que "las croquetas de mi madre son las mejores", pero conforme nos vamos adentrando en el mundo de la gastronomía de este preparado culinario nos damos cuenta que hay tantas clases de croquetas como familias que preparan su propia receta.

A la hora de hacer croquetas hay dos cosas que debemos tener en cuenta para no fallar en nuestro empeño de imitar a nuestra madre o abuelas en la elaboración de las croquetas. Por un lado, hay que atender a la masa y por otro a la fritura.

La clave de todo está en la masa

También la forma en la que podemos elaborar la masa se puede subdividir en varias técnicas porque como ya hemos dicho: Hay tantas posibilidades de hacer croquetas como familiar. En primer lugar, la bechamel espesa sencilla, que se sazona con un poco de sol y nuez moscada. El complemento se añade casi al final de la cocción pero la masa se mantiene con su sabor bechameloso prácticamente hasya el final. O bien mezclando desde el inicio la bechamel con el propio relleno.

Una vez que tenemos la masa es importante dejarla reposar. La elaboración de las croquetas más caseras se dilata en el tiempo, pero la espera merece la pena. Al menos, mínimo tenemos que dejarla durante una noche entera en la nevera para que todo repose correctamente.

La fritura

Antes de empezar con la fritura es muy importante no olvidar de rebozar la masa y conseguir la forma perfecta. El rebozado lo haremos primero en huevo y después en pan rallado. Lo más recomendable, aunque lleve tiempo y esfuerzo, es que el pan lo rallemos nosotros mismos así el pan quedará mucho más fino y el resultado será todavía mejor.

En cuanto a la fritura, el aceite ha de estar muy caliente pero no debe humear. Alrededor de los 180º C es la temperatura más correcta y debe alcanzar una altura de al menos dos centímetros. Cuando vayamos a retirar las croquetas, podemos colocar papel de cocina sobre el plato al que fuésemos a colocar las croquetas para que cale el aceite así podamos retirar su exceso. Una gran cantidad de aceite en nuestras croquetas las hace pesadas y le restan sabor al resto de los alimentos que conforman las croquetas.

Lo mejor es hacer cuántas más mejor y las que no nos vayamos a comer ese día siempre las podemos congelar para poder disfrutarlas cualquier otro día.

Consejos que no debemos olvidar

Una de las claves que no podemos dejar pasar por alto es que a la hora de la fritura debemos emplear aceite de oliva para freír. ¿Por qué? A diferencia del de girasol, el aceite de oliva aguanta mejor las altas temperaturas que necesitamos para freír. Además, es imprescindible recordar que no humee porque si lo hace es que lo estamos degradando y eso empeorará nuestro resultado.

Aunque, como hemos podido ir observando, al final hay muchos métodos para conseguir unas buenas croquetas, por lo que no merece la pena angustiarse demasiado. Y en el caso de que no seamos capaces de conseguir cocinarlas adecuadamente, siempre nos quedarán las croquetas de nuestras madres.

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