Tatuajes

La devoción a flor de piel: José Antonio Rincón, el maestro sevillano de los tatuajes cofrades

Este artista del tatuaje plasma a la perfección tanto la expresión como el alma de las imágenes más icónicas de la Semana Santa de Sevilla. Su fama ya ha recorrido el país y en su estudio, Berin Tattoos, tiene clientes de toda España.

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“Desde los seis años ya dibujaba imágenes. Nadie me lo impuso, nadie me lo pedía... simplemente me gustaba”, relata José Antonio Rincón a Antena3 Noticias. Esa afición de niño se ha convertido en su profesión desde 2017, una profesión en la que este sevillano ha destacado especializándose en el tatuaje religioso. El arte de perpetuar en el cuerpo de sus clientes las vírgenes y los cristos que procesionan durante la Semana Santa por las calles de Sevilla. Un paso más en la devoción.

El hiperrealismo podría considerarse una de las técnicas pictóricas más difícil de ejecutar. Una dificultad que se multiplica exponencialmente si el lienzo es la piel y el pincel una aguja. El fallo no es una opción para José Antonio: él es un perfeccionista. Cuando recibe un encargo se documenta y, si lo ve necesario, visita la imagen en el propio templo para captar todos los detalles y la esencia de la talla.

Puede tardar en finalizar una de estas composiciones complejas entre 7 y 9 horas: “Un trabajo no es más difícil que otro, lo que sí puede ser más entretenido. Depende de lo que me pidan en la composición, por ejemplo, si tiene muchos detalles de un manto o de un respiradero”.

Ningún tatuaje es igual a otro

Jesús del Gran Poder, La Macarena, Esperanza de Triana o el Cachorro son los iconos más venerados de la cuidad y también los que más le solicitan en su estudio Berin Tattoos. “Raro es el que no repite”, asegura Rincón.

Es incapaz de aproximarse a la cifra de tatuajes cofrades que lleva en su carrera: “Todas las semanas hago al menos uno”. Y aunque ha llegado a realizar decenas de tatuajes de una misma imagen, ninguno es igual a otro.

Su clientela viene de todas las provincias andaluzas, pero también del resto de España, “de Madrid, de Barcelona, de Salamanca, de Zaragoza, de Galicia, de Mallorca... También me piden Santos de fuera de Andalucía”.

Pero no todas las ideas que llegan a su estudio son aptas para tatuarlas de por vida y, como buen profesional, las desaconseja: “Vienen con un dibujo o una fotografía y lo ven muy bonito, pero yo sé que no les va a quedar bien”. Algo que depende también de la parte del cuerpo elegida.

Devoto de La Macarena

Se confiesa devoto de La Macarena desde siempre, como el resto de su familia. Junto con el Jesús del Gran Poder es, sin duda, la que más le gusta inmortalizar en la piel. “Si me piden que les haga La Macarena me dan de lleno. Me trasmite mucho más que cualquier imagen, de hecho, todas las semanas le hago una visita”, reconoce Rincón. Pero aquí entra en acción el refrán de 'en casa de herrero, cuchillo de palo'. No, no se la ha tatuado a sí mismo aún: “No he tenido tiempo, pero tengo preparado el proyecto, antes de verano va a caer”.

Al preguntarle por el trabajo que está deseando que le encarguen, no duda: “Me gustaría una espalda completa de la Hermandad de La Macarena, pero con total libertad para diseñarla”. Es decir, un gran lienzo en blanco para darle rienda suelta a su Pasión.

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