Bandas violentas
Detenidos tres Dominican Don't Play por la muerte a tiros de un menor en Madrid
La víctima, William Bonilla, tenía 15 años y murió tras ser tiroteado en diciembre de 2022 en una plaza de Madrid. La Policía considera a los tres detenidos miembros del 'coro de Alcobendas' de esta banda de origen dominicano.
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Al disparar dos veces, el homicida gritó un lema habitual de los Dominican Don't Play: "D3". Es una forma callejera de reivindicar un territorio: la D es la inicial de la banda y el '3' el número con el que se identifican. El crimen ocurrió el pasado 4 de diciembre en una plaza aledaña a la calle Angosta, en el distrito de Villaverde, en Madrid. La víctima, William Bonilla, tenía 15 años. La Policía cree que fue un objetivo casual. Ahora han detenido a tres presuntos miembros de los Dominican Don't Play (DDP) como presuntos responsables del crimen.
Los agentes creen que la rivalidad entre los DDP y los Trinitarios, dos bandas juveniles de origen dominicano, está detrás de este crimen. Aunque no tienen constancia de que el joven William fuera miembro acreditado de los Trinitarios, sí podía serlo su entorno. Además, la plaza donde ocurrió el tiroteo parece ser punto habitual de reunión de pandilleros de esa banda.
Dos incidentes previos entre las dos bandas pudo llevar a los DDP a planear una venganza que se materializó a las once de la noche de un domingo, cuando William Bonilla charlaba con un amigo en la plaza.
Miembros del 'coro de Alcobendas'
Los tres detenidos son un dominicano, de 22 años; un cubano, de 21; y una española, también de 21. La mujer era supuestamente la conductora del coche en el que llegaron a la plaza y en el que huyeron después del crimen. Uno de los hombres es el supuesto autor de los disparos. El otro fue quien consiguió el coche, pero no llegó a estar en el lugar del tiroteo.
La Policía considera a los tres como miembros probados de los DDP, en concreto del 'coro -como se llaman a sí mismos cada grupo- de Alcobendas'. El chico dominicano tiene antecedentes por amenazas, lesiones y organización criminal, y el otro detenido, por tráfico de drogas. La chica no estaba fichada.
En su huida, el pistolero disparó también contra un amigo de la víctima, de 21 años, que salió en su persecución. Le alcanzó en la espalda y tuvo que ser hospitalizado. Por eso, además del homicidio consumado de William, se les acusa también de una tentativa de homicidio y de pertenencia a organización criminal, un delito por el que los tribunales ya han comenzado a condenar a miembros de este tipo de bandas juveniles violentas.
La madre oyó los disparos
La forma del crimen hizo pensar en su momento que el asesino iba específicamente a por William. "Es evidente que estaba marcado, porque fueron a bocajarro", llegó a decir la entonces delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González. Pero ahora los agentes no lo tienen tan claro y se inclinan más por la hipótesis de que fue elegido de forma aleatoria.
La familia de William, un joven que destacaba en su barrio por su abultado pelo afro, siempre negó que perteneciera a banda juvenil alguna. El chico había nacido en España, hijo de una familia dominicana. Su madre había llegado a Madrid hacía dos décadas. Oyó los disparos desde su casa y llegó a la plaza a tiempo de ver morir a su hijo.
En los tres registros que la Policía ha realizado en Alcobendas (Madrid), los agentes han encontrado prendas de ropa y elementos identificativos que emplean habitualmente los miembros de los DDP, entre ellos sus collares típicos con los colores azul, rojo y blanco -de la bandera dominicana- y el color negro que diferencia a los DDP de sus eternos rivales, los Trinitarios.
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