Piso con renta antigua
La desesperación de un anciano de 90 años al tener que abandonar su piso de renta antigua: "A estas alturas... ¿a dónde voy?"
El fondo de inversión que compró el edificio le da a Alberto hasta el 30 de mayo para desalojar su casa por contar con un contrato de renta antigua, aunque este le permita quedarse.
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La situación para los inquilinos de renta antigua es complicada cuando los edificios en los que viven son adquiridos por un fondo de inversión. Sin embargo, los abogados dejan claro que estos contratos de alquiler están 'blindados' por ley.
Paloma García de Legalión Abogados cuenta a Antena 3 Noticias: "Son contratos blindados, puesto que siempre que se está al corriente del pago de la renta, el mismo contrato solo podrá resolverse con el fallecimiento del inquilino".
Alberto está a punto de cumplir 90 años, vive en un piso de renta antigua y paga 120€ al mes, pero el fondo de inversión que ha comprado el edificio quiere que se vaya y solo queda él ahí. El acoso a este tipo de inquilinos es muy frecuente.
Su hija Mar va casi todos los días a verle a la casa donde lleva casi toda su vida. Tiene un contrato de renta antigua firmado en el año 1972. "¿A dónde voy?", se preguntaba Alberto entre lágrimas.
Un fondo de inversión que ha comprado varios bloques, quiere que Alberto salga del piso. Tiene de plazo hasta el 30 de mayo, aunque su contrato le permite quedarse.
El mismo problema tiene Miguel, que cuenta con un contrato de renta antigua en una zona distinta a la de Alberto. Pero si le ofrecen una alternativa para vivir, Miguel deja su barrio malagueño del Perchel.
Nunca dejar de pagar
Si las obras son de mejora, y no de mantenimiento o conservación, la propiedad no puede aumentar la renta. Pero, cuidado, porque el inquilino no puede dejar de pagar sin más, ya que puede enfrentarse a un desahucio.
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Si la obra es importante, mientras se está realizando el propietario tiene que buscar una alternativa habitacional para el inquilino para que no tenga que convivir con el trabajo de obra, según informan los abogados. Sin embargo, en la mayoría de casos los arrendatarios prefieren quedarse en sus viviendas porque temen que no les dejen volver.
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