Les prometían un buen trabajo en España, pero acababan encerradas y prostituidas a cambio sólo de la comida. De momento ninguna de las liberadas se ha atrevido a poner denunciar.
Estas viviendas eran burdeles chinos donde las chicas ejercían la prostitución. Las habitaciones de la vivienda se dividian a través de sábanas en pequeños apartados donde las jóvenes se encontraban con sus clientes.
En esta operación policial desarrollada en Madrid han sido liberadas 14 jóvenes y se han detenido a los responsables de los prostíbulos nueve hombres y dos mujeres.
La Policía Nacional ha desarticulado esta red de proxenetas integrada por ciudadanos chinos deteniendo a once personas y desmantelando hasta siete inmuebles en Madrid, en los que las víctimas, mujeres asiáticas en situación irregular, eran obligadas a prostituirse, informó este jueves la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Los arrestados empleaban anuncios de prensa escrita e Internet para captar clientes, como ha revelado la investigación, a cargo de agentes de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, de la Jefatura Superior de Policía de Madrid y de Policía Judicial.
Las investigaciones comenzaron en marzo, cuando los agentes tuvieron conocimiento de un grupo, integrado por ciudadanos chinos, que obligaba a mujeres de su misma nacionalidad a ejercer la prostitución.
Red femenina de responsables
La investigación ha revelado además que otras personas, generalmente mujeres, eran ubicadas por la organización en cada uno de los domicilios para controlar la actividad y establecer el contacto con posibles clientes a través del número de teléfono publicitado e informar de servicios, lugares de prestación y tarifas.
Estas mujeres al mando de cada domicilio eran las encargadas de las cuentas de ingresos y gastos, así como de la organización de los encuentros o traslado y recogida de la chica solicitada a otras direcciones, tanto hoteles como domicilios.
Los agentes han detenido ha once personas y registrado de manera simultánea hasta siete viviendas. En una de ellas encontraron un laboratorio para la fabricación casera de 'kin-ketamina', una sustancia anestésica para animales y en ocasiones usada para cortar ciertos estupefacientes.
Los clientes acudían a ellas a través de los anuncios de contactos en la prensa de tirada nacional. Desarticulada este red de prostitución, ahora toca que las chicas denuncien, sin una denuncia sus explotadores sólo podrán ser acusados de prostitución ilegal y no de un delito de tráfico de personas.