Ceuta
Denuncian a un anestesista por extirpar el ovario equivocado y dejar sin descendencia a una paciente tras falsificar su firma
La paciente acusa a un anestesista de falsificar un consentimiento clave que derivó en la extirpación de su ovario sano. A su vez, la intervención provocó una hemorragia severa que casi le cuesta la vida.

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Una mujer identificada como V.A.R.R. declaró este miércoles en el Juzgado de Instrucción número 4 de Ceuta en el marco de la denuncia presentada contra un anestesista del Hospital Universitario de la ciudad autónoma.
Según recoge El Pueblo de Ceuta, la paciente sostiene que nunca firmó el consentimiento informado del 23 de abril de 2021, documento que habría permitido la extirpación del ovario derecho, el único sano, en una operación prevista para intervenir el izquierdo, que era el que presentaba patología.
El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) está también encausado como responsable civil subsidiario y podría afrontar una indemnización si el proceso concluye con sentencia condenatoria.
Años de estudios médicos que señalaban solo al lado izquierdo
La historia clínica reconstruida por la afectada muestra que desde 2019 todas las pruebas apuntaban siempre al ovario izquierdo: ecografías, TAC, resonancias y analíticas, con un CA 125 que llegó a 316,7. El quiste creció hasta los 10 x 6 centímetros y durante dos años provocó dolores incapacitantes. La única intervención autorizada mediante el consentimiento firmado el 8 de abril de 2021 era una anexectomía izquierda por laparoscopia.
Sin embargo, el 27 de abril la operación concluyó con la retirada del ovario y la trompa derechos. Según la ginecóloga, "todas las pruebas estaban erróneas y al revés". El informe patológico posterior determinó que lo extirpado era un "quiste luteínico hemorrágico", un proceso fisiológico previo a la menstruación.
Consecuencias físicas, emocionales y reproductivas
La intervención provocó una hemorragia severa que casi le cuesta la vida. Al perder el único lado sano que les quedaba, la pareja quedó sin posibilidad de tener hijos de forma natural. La recuperación fue lenta y dolorosa, y la explicación ofrecida en la consulta privada del 26 de mayo, en la que la doctora calificó la operación de "muy complicada", no coincidía con la versión defendida inicialmente.
La reclamación presentada en el HUCE fue rechazada, afirmando que la cirugía transcurrió "con normalidad" y "sin complicaciones", pese a lo reflejado en pruebas e informes.
El giro judicial: aparece un consentimiento que la paciente niega haber firmado
Tras un primer proceso por mala praxis que terminó sobreseído en 2023 y con un recurso desestimado en 2024, la Audiencia Provincial mencionó la existencia de un segundo consentimiento informado, el del 23 de abril, supuestamente firmado por la paciente. Ese documento fue determinante para considerar que la intervención podía modificarse "incluyendo modificaciones en la forma de realizar la intervención".
Fue entonces cuando, según ha comunicado El Pueblo de Ceuta, la letrada de V.A.R.R. detectó que ese consentimiento no figuraba en el historial de la paciente y que ella nunca acudió al HUCE ese día. Un perito calígrafo judicial confirmó después que la rúbrica no le pertenece.
Nueva causa abierta en 2025
En mayo de 2025, la afectada denunció al anestesista y al INGESA por la presunta falsificación. La jueza citó a las partes el 19 de noviembre de 2025. En la comparecencia, la paciente ratificó su versión y el médico se negó a responder a las preguntas de la acusación. Según ha informado El Pueblo de Ceuta, la mujer confía en que esta vía permita esclarecer la responsabilidad de un procedimiento que, a su juicio, acabó sin su consentimiento y con consecuencias permanentes.
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