Reto viral
Defecar en el agua: el reto viral que obliga a cerrar tres piscinas en Catalunya en un fin de semana
A nivel nacional, este verano ya son más de 300 las piscinas municipales que han cerrado temporalmente por la presencia de heces en el agua

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La imagen ya es habitual en verano en España. La de una piscina municipal cerrada tras encontrar heces en el agua. En la mayoría de casos no se debe a un accidente o a la incontinencia de los usuarios, sino a un reto viral que circula por las redes sociales desde 2018 y que cobra protagonismo en verano, coincidiendo con la apertura de las piscinas públicas. Este reto consiste en defecar dentro de una piscina para fastidiar al resto de usuarios.
Las últimas localidades afectadas son tres en Catalunya. Se trata de Berga, Bellver de Cerdanya y Sant Joan de Vilatorrada, en la comarca del Bages. Los tres municipios registraron incidentes muy similares en sus piscinas públicas a lo largo del pasado fin de semana. Y es que el suceso siempre es el mismo: Alguien hace caca dentro del agua, a los pocos minutos otro usuario detecta las heces y avisa al socorrista, y al rato se evacúa el recinto y se inicia el proceso de descontaminación del agua, que normalmente conlleva el cierre de la piscina entre 8 y 24 horas.
Esto suele provocar asco, enfado e indignación entre los usuarios. Muchos se quejan y señalan la actitud incívica, pero algunas quejas también se dirigen a la administración por impedir el baño en la piscina tras haber retirado las cacas del agua. Pero, según los expertos médicos, el cierre de las instalaciones es totalmente necesario para evitar que las bacterias de las heces amenacen la salud del resto de bañistas.
El peligro de las heces en el agua
Y es que los excrementos contienen microorganismos patógenos que circulan más rápido a través de los fluidos, por lo que se pueden transmitir más fácilmente si se traga agua contaminada o esta entra en contacto con una herida. Por tanto, las consecuencias pueden ser terribles: desde diarreas hasta enfermedades graves como hepatitis A, fiebre tifoidea o cólera.
Dada la peligrosidad de estos accidentes, antes de reabrir la piscina se debe hiperclorar el agua y esperar a los resultados de los análisis bacteriológicos. Y por si alguien se siente tentado a participar en este escatológico reto viral, en España no hay una ley explícita que prohíba cagar en una piscina, pero según la normativa, el titular de las instalaciones puede denunciar al autor de la defecación y adoptar medidas preventivas para que no vuelva a ocurrir.
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