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Coronavirus

Dan por muerta a una anciana en una residencia de Lugo y regresa a los 10 días

La familia creía que la señora había sido enterrada en el panteón familar tras morir por coronavirus. En realidad se trataba de un error en la identificación.

Un error en la identificación al trasladar a Rogelia a otro centro hizo que notificaran a su familia su fallecimiento cuando la que en realidad había muerto era su compañera de habitación.

A sus 85 años Rogelia es una de esas luchadoras que ha superado el coronavirus. Después de 10 días fuera de la residencia de San Bartolomeu de Xove, en Lugo, en la que vive junto a su marido Ramón, regresó al centro recuperada del virus. La alegría de sus compañeros y cuidadores fue inmensa, la sorpresa también.

Nadie podía creerse lo que estaba viendo. Rogelia había sido enterrada 10 días antes en el panteón familiar tras haber perdido la vida a causa del covid-19. Eso era lo que ellos creían, ellos y su familia, que descubría este sábado, atónica, que Rogelia estaba viva.

Rogelia y su compañera de habitación Concepción, dieron positivo en covid, por lo que el pasado 30 de diciembre fueron trasladadas desde su residencia en Xove (Lugo) hasta el centro Os Gozos, en Pereiro de Aguiar (Ourense). Se trata de un centro habilitado sanitariamente para tratar a mayores en esta situación, y evitar además que se propaguen los contagios en sus residencias de origen.

Una errónea identificación de ambas usuarias fue la que acabó desembocando en el fatídico malentendido. La mujer fallecida el 13 de enero es Concepción, compañera de habitación, de ambulancia y ahora, de triste anécdota.

El día del traslado, la ambulancia en la que viajaban las mujeres sufrió un desperfecto en una rueda y otra ambulancia tuvo que recogerlas para completar el trayecto hasta el centro Os Gozos. La investigación para saber lo que ha ocurrido y en qué punto del traslado se produjo en malentendido está abierta, y por parte de la Fundación San Rosendo, que gestiona las residencia de San Bartolomeu en la que residían Rogelia y Concepción, aseguran sentir enormemente lo sucedido, además de hacer público que "se han reforzado las medidas de control y seguimiento de los usuarios que se trasladan de una residencia a otra, incorporando una identificación visual para las personas mayores cuando van de un centro a otro y garantizar su seguimiento".