A primera hora se han reincorporado a las tareas de extinción cuatro helicópteros, tres aviones con capacidad para descargar agua sobre las llamas y otro de vigilancia.
Por el momento, el fuego ha calcinado unas 150 hectáreas de bosque en la zona de Benirrás, en el municipio de Sant Joan de Labritja.
Veintidós coches quedaron calcinados, dos casas ardieron y hubo tres heridos, uno con quemaduras y dos intoxicvados. Pero todos consiguieron salvarse.
Los equipos de emergencias han conseguido sofocar el pequeño foco que se había declarado en la zona de Sant Miquel y han vuelto a trabajar en la extinción del foco principal, según el Servicio Balear de Emergencias 112.
Ya tuvieron que ser evacuadas de la playa por vía marítima unas 1.500 personas y resultaron carbonizados veintidós vehículos estacionados en la zona.
Fuentes del Ibanat han indicado que durante la tarde y la noche de este pasado domingo el dispositivo se volcó en evitar daños a personas, y una vez garantizada la seguridad de los bañistas y los residentes en el área de Benirràs se han centrado todos los esfuerzos en atajar la extensión del fuego en el área forestal, donde han ardido dos viviendas.
El presidente del Govern balear, Francesc Antich, se encuentra en Ibiza siguiendo los trabajos para sofocar el incendio, uno de los más graves ocurridos en Baleares en los últimos años.