Una cárcel

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EL ACUSADO NO SE ARREPIENTE

Condenado a 18 años de prisión por decapitar a su madre a hachazos en Las Palmas

Ocurrió en junio de 2014 cuando el acusado durmió a su madre, enferma de alzheimer, con ansiolíticos. Después, la decapitó a hachazos y dijo a la Policía que pretendía evitar que su madre siguiera sufriendo.

La Audiencia de Las Palmas ha condenado a 18 años de cárcel por un delito de asesinato a Domingo Martín S.J., el vecino de la capital grancanaria al que un Jurado declaró culpable de haber decapitado a su madre a hachazos tras dormirla con ansiolíticos el 26 de junio de 2014.

Según los hechos probados que recoge la sentencia, el procesado decidió a principios de 2014 acabar con la vida de su madre, una mujer de 86 años, enfermada de alzheimer, a la que cuidaba en la casa del barrio de El Secadero donde ambos vivían. El veredicto del jurado reconoció que el acusado presenta un cuadro de disforia de género y un trastorno de la personalidad antisocial, pero también estableció que eso no redujo en nada sus facultades de conocimiento y voluntad, como así se constató en todos los informes de las psicólogas y las médicas forenses.

La magistrada de la Audiencia de Las Palmas que presidió la vista oral, Eugenia Cabello, entiende que los hechos son constitutivos de un asesinato porque el acusado mató de forma intencionada y alevosa a su madre. El hecho de que el acusado no declarara en el juicio y la ausencia de testigos directos del crimen no impide declarar probado que el acusado fue el autor material del fallecimiento de su madre, razona la jueza, quien añade que queda acreditada por los testimonios de los policías a los que les contó que la había matado y la forma como lo había hecho. Además, existen numerosos elementos indiciarios que corroboraron estas manifestaciones, según la sentencia.

Para establecer la duración de la condena, la magistrada ha considerado que tiene más peso la circunstancia agravante de parentesco, que la atenuante de confesión. La juez recuerda que la víctima estaba al cuidado de su hijo y que el acusado solo confesó al inicio de la instrucción, mientras que durante el juicio se acogió a su derecho de no declarar. Por ello, entiende adecuada la pena reclamada por el fiscal, de 18 años de cárcel, en vista de cómo provocó la muerte a su madre.

El hecho de que empleara un hacha y la decapitara no se corresponde con las buenas intenciones que el acusado alegaba que guiaron su acción (a la Policía le dijo que pretendía evitar que la anciana siguiera sufriendo). La magistrada considera también que, aunque se desconocen lo móviles que llevaron al acusado a acabar con la vida de su progenitora y guiaron su conducta, "los mismos no guardan conexión alguna con sentimientos de compasión". Así mismo, explica que a la hora de imponer la pena también ha tenido en cuenta la falta de arrepentimiento del acusado, apreciada por las dos médicos forenses que emitieron el informe sobre el procesado.

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