Después de 13 días de intensos trabajos contrarreloj para dar con Julen, el Cerro de la Corona quedaba casi vacío la mañana de este sábado.
Ni rastro queda ya del gran dispositivo que se había desplegado para encontrar a Julen. A la 1.25 horas de la madrugada, los mineros localizaban el cuerpo sin vida del pequeño de dos años, poniendo fin así a más de diez días de trabajos.
Los mineros asturianos llevaban más de 32 horas ininterrumpidas trabajando en la galería horizontal cuando encontraron al pequeño. En ese momento se activó el protocolo para sacar al niño: lo hicieron dos mineros y un agente de la Guardia Civil.
El cuerpo del niño fue trasladado a una carpa donde se le realizó una primera exploración. Fue en ese momento cuando se comunicó la amarga noticia a los padres, que se desmoronaron por completo. Mientras, los rescatadores sellaron el tubo por el que han descendido, invadidos por la tristeza y exhaustos por el trabajo.
Horas más tarde, sobre las cuatro de la madrugada, se procedía al levantamiento del cadáver, que en un primer momento fue trasladado al Hospital Clínico y más tarde al Instituto Anatómico Forense.
El desenlace de esta noticia ha afectado mucho a quienes han trabajado en este rescate. Según reconoce uno de los trabajadores, han sido "muchas sensaciones encontradas porque algunos tenemos niños de esa edad".
Pero, a pesar de las trágicas noticias que llegaban desde Totalán, siempre quedará el espíritu de solidaridad y esfuerzo que ha reinado durante 13 días en el Cerro de la Corona: el espíritu de Julen.