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Coronavirus

¿Cómo habrá que usar el transporte público después del coronavirus?

El COVID-19 está cambiando la vida en el planeta y la condicionará una vez que pase la pandemia. Los expertos aseguran que -al menos durante un tiempo- será necesario adoptar medidas para evitar contragios, por ejemplo en el transporte público.

Los transportes públicos tal y como los conocemos obligan a viajar a muchas personas en espacios relativamente reducidos, una práctica de riesgo en estos tiempos de coronavirus.

Los expertos estudian ya fórmulas para aplicar en el desconfinamiento que podrían condicionar el futuro del transporte de pasajeros en la era "Post-COVID-19".

En las grandes ciudades una de las formas de transporte más utilizadas es el metro. Hasta ahora en cada metro cuadrado de un vagón cabían unas 6 personas. Pero, hasta que el coronavirus deje de ser totalmente una amenaza esa proporción no podrá mantenerse ni siquiera en los días de más tránsito y a las horas punta. Prevenir los contagios será la prioridad.

¿Cambiarán los viajes en avión como consecuencia del COVID-19?

En el tráfico aéreo tampoco será lo mismo mientras el coronavirus no esté totalmente derrotado. El plan en España es recuperar el tráfico aéreo en tres fases:

-Primera fase. Se podrá volar sólo dentro de España.

-Segunda fase. Volar a rutas europeas

-Tercera fase. Vuelos de más larga distancia fuera de Europa

En Madrid piden aceras más anchas para evitar contagios

La Asociación A Pie y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) han propuesto ampliar las aceras hasta un mínimo de tres metros para reducir el riesgo de contagio por coronavirus.

Piden en un comunicado que las administraciones públicas garanticen que los desplazamientos a pie sean seguros. Y explican que si la recomendación de las autoridades es mantener entre un metro y medio y dos de separación entre las personas y calculando que una persona requiere entre 0,7 y 0,8 metros para caminar, la anchura "mínima" para garantizar la seguridad de las aceras debería ser de tres metros.

En su opinión, esta ampliación de las aceras, temporal o definitiva, debería hacerse "en aquellas calles donde no tienen la anchura adecuada y donde hay múltiples carriles de circulación o se dispone de una banda de aparcamiento".