Negligencia médica

El cirujano que causó la muerte de Sara Gómez no tenía formación para realizar la lipoescultura

La técnica utilizada en la operación 'probablemente' no fue la adecuada, según el informe forense

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Sara Gómez falleció en enero de 2022, un mes después de pasar por el quirófano para someterse una lipoescultura. El cirujano que la operó carecía de la formación adecuada, ya que según el informe elaborado por el Instituto de Medicina Legal de Murcia era especialista en cirugía cardiovascular, no en estética y reparadora.

Dicho informe, al que ha accedido Efe, ha sido incorporado a la causa que actualmente se tramita en un juzgado de Instrucción de Cartagena. En esta misma ciudad se encuentra la clínica a la que Sara Gómez recurrió para la lipoescultura y el hospital en el que ingresó posteriormente por las complicaciones derivadas.

Los errores en cadena que señala la autopsia

Los forenses señalan que el traslado de la paciente se efectuó con un retraso de tres horas, ya que el estado de gravedad en el que se encontraba requería de mayor rapidez en la actuación. "Esta decisión pasa a ser responsabilidad del anestesista", precisan.

También añaden que la técnica del cirujano J.A.M. es "probable" que no fuera la más adecuada "tanto a la hora de la infiltración del líquido y proporción con cantidad extraída, como a la hora de manejo de las cánulas extractoras", que le causaron graves lesiones.

Hubo un retraso en el traslado de la paciente

El informe forense también detalla que la paciente debió haber sido operada nada más llegar al hospital y no cinco días después, como ocurrió. Durante esta espera la paciente sufrió un deterioro de su estado de salud, lo que provocó a su vez una peritonitis que no se pudo solucionar.

"El retraso de cinco días en la primera intervención quirúrgica llevó a una peritonitis biliar-fecaliodea y todas las complicaciones que eran previsibles que ocurrieran y que no se previeron el día de su ingreso a pesar de la información clínica y del TAC que ya informaba de ello", concluye el informe.

El anestesista que tomó parte en la lipoescultura, J.G., también aparece como investigado en la causa.

La familia pide responsabilidades

Tras la intervención y al ver que su estado de salud comenzaba a empeorar Sara "estaba aterrorizada". "Decía una y otra vez 'me voy a morir, de esta no salgo'", relata la hermana de la víctima.

Ahora, su familia solo busca que "las personas que sean culpables que sea la justicia quien se encargue de ellas".

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