Cristina Marín

La cirujana española Cristina Marín, 'Premio Dresde de la paz' por su iniciativa en la primera ola de coronavirus

La doctora Cristina Marín lanzó una iniciativa solidaria en la que pedía a la gente que le mandara a una cuenta de correo electrónico cartas de ánimo a los pacientes ingresados en marzo de 2020, durante los peores meses de la pandemia.

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La cirujana española Cristina Marín, doctora en el Hospital Universitario de La Princesa en la Comunidad de Madrid, ha sido premiada con el Premio Dresde de la paz por la iniciativa solidaria que llevó a cabo al inicio de la pandemia.

En marzo de 2020, la pandemia de coronavirus inicia un ascenso imparable. Los contagiados cada vez son más y para tratar de paliar la soledad de los pacientes ingresados, Cristina Marín llevó a cabo una iniciativa solidaria. En ella, pedía a gente anónima que escribiera cartas para animar a los que se encontraban en una situación como esa.

La propia doctora fue la que se encargó de crear y difundir la cuenta de correo electrónico a la que se debía enviar los mensajes.

Premio Dresde de la paz

Es por esta iniciativa por la que Cristina Marín va a recibir el próximo día 27 de junio Premio Dresde de la paz, uno de los galardones sociales más importantes de Europa.

La doctora Marín se pregunta "¿por qué me dan a mí un premio?", pero la respuesta es sencilla. Han sido su compromiso ante la pandemia y su ejemplo de humanidad los valores que le han hecho merecedora de tal premio.

Viral en 24 horas

La iniciativa solidaria de Cristina Marín no tardó en hacerse viral. En las primeras 24 horas recorrió las redes y a los pocos días ya había recibido 35.000 cartas.

La idea se le ocurrió al pedir primero a sus propios familiares que le escribieran cartas "para esos enfermos que estaban ingresados en el hospital". Al poco de publicarlo en las redes sociales comenzaron a llegar las de los niños y después los mensajes de ánimo de los más mayores.

Este movimiento no tiene fin ni límites y ya son los propios enfermos los que esperan cada día, como si fuera una medicación más, los escritos. "Muchos nos pedían la siguiente carta", afirma la doctora Marín.