Cierran por segunda vez en una semana la piscina de Tanos de Torrelavega por el reto viral de defecar en el agua

Ya es la segunda vez en una semana que la Ciudad Deportiva de Tanos de Torrelavega tiene que cerrar una de sus piscinas por presencia de heces. Se trata de un reto viral que está ocurriendo en toda España y ya son más de 300 las piscinas afectadas. En Cantabria, este caso se suma a los de Los Corrales de Buelna, Puente de San Miguel (Reocín) y una urbanización privada.

Uno de los socorristas que trabaja en las instalaciones fue el que se percató a última hora, sobre las 20.30, de que había heces en una de las piscinas: la grande. Por ello, el Consistorio ha informado a través de las redes sociales que esta permanecerá cerrada para poder completar el proceso de depuración del agua y los análisis necesarios para descartar la presencia de la bacteria E.Coli. Una vez se obtenga un resultado negativo se podrá retomar la actividad.

A pesar de que el Ayuntamiento esté revisando las cámaras de vigilancia de la Ciudad Deportiva aún se desconoce el responsable de este acto. Por ello, el Consistorio, junto a la Policía Local, barajan la posibilidad de considerar estas gamberradas como un delito, ya que atentan contra la salud pública. También se aplicará la ordenanza de protección de bienes públicos y sanciones de hasta 1.500 euros.

Esta clase de acciones incívicas están ocasionando malestar en la gente que quiere disfrutar de un día de piscina y al llegar a las instalaciones se encuentra con que está cerrada. Además, también supone un gasto económico importante ya que, para realizar el tratamiento, es necesario deshacerse de una gran parte del agua de la piscina. «Se sube la concentración de cloro para después vaciar parte de la piscina y volverla a llenar de agua limpia para normalizar la concentración y que no sea peligrosa para los bañistas», explican fuentes de la Consejería de Sanidad.

Un reto viral que se repite

Aunque cueste creer que este tipo de retos se hagan virales, no es la primera vez que se ven estas situaciones en las piscinas públicas. En 2018, una de las instalaciones de la localidad de l'Olleria (Valencia) se encontraba en la misma tesitura y optó por reorganizar los horarios y restringir el baño de los niños de escuelas de verano por las mañanas. La aparición de excrementos en las piscinas de los municipios de Catarroja y Massanassa (Valencia) también surgió en 2019.

Durante los veranos de 2023 y 2024 se vivieron episodios similares en municipios valencianos como Alzira, Carlet, Elx o Gilet; también en la localidad de Miajadas, Cáceres; y en otras piscinas de Madrid.

Parece que este 2025 esta moda de mal gusto ha vuelto, desde que el pasado 3 de julio, La Gaceta de Salamanca informaba que se detectaron excrementos en varias piscinas municipales de los municipios de Villares de la reina y Cabrerizos

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