Canarias

Un chapuzón veraniego entre tubos volcánicos en las Salinas de Agaete

La lava solidificada origina piscina naturales en las Salinas de Agaete, ideal para refrescarse en días de calor.

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Que Canarias es un territorio fragmentado geográficamente y de origen volcánico lo sabemos. Qué sus playas son, algunas de arena negra, otras de arena blanca y muchas de callaos también es conocido por todos, pero que en algunas de sus zonas de baño, te puedes refrescar entre tubos volcánicos es algo que muchos desconocen. Por eso, a quienes llegan hasta las Salinas de Agaete, les sorprende ver como la lava solidificada ha originado unas piscinas naturales, que se convierten en el sitio perfecto para los días de calor.

Hablamos de un paraje rocoso, en el norte de la isla de Gran Canaria, una zona de acantilados costeros surgidos de las erupciones volcánicas. Y precisamente de esas entrañas de la tierra brota el magma que una vez en el exterior convertido en lava, forma singulares espacios como éste.

Estos charcos naturales conectados entre sí por tubos volcánicos permiten disfrutar del océano Atlántico sin el oleaje propio de la zona. Protegidas por unos pilones de hormigón, permiten la entrada del agua directamente desde el mar. Agua que se renueva constantemente con el movimiento de las mareas.

Todo enmarcado en un paraíso donde las temperaturas son constantes durante todo el año, con un clima primaveral.

Un lugar idílico para refrescarse esas tardes de verano, cuándo el sol aún calienta hasta bien entrada la noche y cuándo el salitre deja en la piel un rastro que evoca disfrute y descanso.

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