Durante el confinamiento muchos españoles han tenido que teletrabajar e incluso no se descarta que tengan que volver a hacerlo. Se trata de un sistema que tiene sus ventajas, pero que su implantación masiva y rápida ha dejado a la vista también sus debilidades.
Uno de los problemas que más preocupan a aquellos que teletrabajan son las horas de más y la dificultad para desconectar en algunas ocasiones.
Una de cada tres personas afirman que el teletrabajo afecta de forma negativa e su desconexión digital, dificultándola. Por otro lado, el 67% de los que teletrabajan atienden emails y llamadas fuera de su horario laboral. Les pasa especialmente a los hombres de entre 35 y 45 años.
Este último dato ha escalado un 17% desde febrero de 2018, cuando se reguló la desconexión digital, tal y como afirma un estudio realizado por Infojobs.
"Es una asignatura pendiente para las empresas españolas porque solo el 28,5% de las encuestadas afirmaba tener alguna política de desconexión", asegura Nilton Navarro, responsable de estudio de Infojobs.
En el caso de los directivos, el 85% afirma estar hiperconectado. Esto, en opinión de los expertos, es perjudicial para la empresa. "Solo conduce a fatiga, estrés y ansiedad", dice Manel Fernández, profesor de Economía y Empresa.