Sanidad Pública

Canarias se suma a las movilizaciones en defensa de la sanidad pública con manifestaciones masivas en las dos capitales

Cientos de personas han salido a la calle este sábado en Tenerife y Gran Canaria para pedir más recursos que acaben con los colapsos en las urgencias y atención primaria.

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La Marea Blanca recorre este sábado las calles de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria para protestar por lo que consideran es un deterioro de la sanidad pública en beneficio de la sanidad privada. A los trabajadores de diferentes sectores sanitarios se han unido sindicatos de todos los ámbitos pero también usarios y asociaciones de pacientes. Denuncian la precarización laboral que sufren los trabajadores en las islas que les lleva a tener la tasa más elevada de temporalidad de todo el país. Rebeca Amador, portavoz de la asociación de trabajadores sanitarios 'Sanidad Canaria Unida' asegura que "hay enfermeros y médicos que llevan años con contratos temporales de semanas, días e incluso horas. Vivimos pegados a un teléfono móvil porque nos avisan de un día para otro".

Para los trabajadores esta situación repercute directamente en la calidad asistencial que ofrecen a los pacientes que tienen que enfrentarse cada día a largas esperas en la atención primaria o incluso en las urgencias de los hospitales, muchas veces colapsadas porque no pueden atender al volumen de pacientes.

Otra de las consignas más repetidas en las mareas blancas canarias está relacionada con la falta de camas para pacientes sociosanitarios. Actualmente unas 400 personas ocupan camas de críticos en los hospitales de las islas sin que lo necesiten. Están a la espera de plaza en una residencia sociosanitaria pero sus familiares renuncian a las altas médicas y los mantienen en los hospitales porque no pueden hacerse cargo de ellos en sus viviendas por no tenerlas adaptadas o porque no tienen recursos para ello. La principal consecuencia es el colapso en los centros hospitalarios que no pueden atender a nuevos pacientes, pero en particular en las urgencias. Los pacientes que ya han sido revisados no pueden pasar a planta porque no hay camas para ellos.

Hace tan solo unos días, el Hospital Insular de Las Palmas de Gran Canaria vivía uno de los momentos más críticos de los últimos meses con 130 pacientes con diagnóstico a la espera de ser ingresadas y hasta 70 distribuídas en los pasillos esperando a ser atendidas. Varias ambulancias hacían cola por fuera del centro con pacientes en el interior a la espera de espacio para poder ser atendidos.

También piden mejoras para la Atención Primaria cuyos facultativos tienen que soportar agendas de hasta 50 pacientes al día cuando la propuesta de sanidad es que deben ser como máximo 35.

Los trabajadores del Banco de Sangre se han unido a esta convocatoria para denunciar lo que consideran es una privatización encubierta del Instituto Canario de Hemodonación. Daniel Quintero, presidente del comité de empresa, asegura que “es un paso más en la externalización de servicios que repercutirá finalmente en el paciente porque aunque el banco de sangre seguirá siendo público se privatizará la gestión de la sangre y eso tiene un alto coste económico que tendremos que pagar los pacientes”

Por todo esto aseguran, seguirán luchando para evitar aseguran “que se imponga un modelo mixto donde la sanidad privada le siga ganando terreno a la sanidad pública”

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