Abusos sexuales

Canarias investiga los presuntos abusos sexuales a menores migrantes en un centro de acogida

Una denuncia anónima dio a conocer los supuestos abusos a menores migrantes en un centro de Mogán.

Publicidad

El Gobierno de Canarias ha trasladado a la Fiscalía de Menores los supuestos abusos sexuales a menores migrantes y la red de prostitución en un centro ubicado en el municipio grancanario de Mogán.

La Guardia Civil de la Comandancia de Las Palmas no ha recibido ninguna denuncia sobre estos hechos, aunque sí se encuentran investigando la veracidad de una comunicación anónima. El Gobierno de Canarias aclara que la investigación está en manos de la Policía autonómica.

Incidentes "constantes" en el centro de Mogán

La Consejera de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias, Noemi Santana, ha confirmado esta mañana que fue el pasado 31 de mayo cuando recibieron un correo electrónico en el que de forma anónima se relataban unos hechos que se han venido investigando. La denuncia se refiere a abusos sexuales y prostitución de menores que habrían tenido lugar en el recinto turístico Porto Bello, alojamiento turístico que se ha destinado a la atención de menores migrantes debido a la saturación de plazas del Gobierno regional.

De hecho, varios trabajadores del centro de Mogán denuncian que las agresiones sexuales se han cometido "tanto dentro como fuera" de las instalaciones y sostienen que la dirección del centro conoce esta situación pero ha evitado tomar acciones. En la carta enviada al Ayuntamiento, los trabajadores cuentan varios episodios que habrían vulnerado los derechos de los menores acogidos en el centro.

El Ayuntamiento de Mogán viene señalando este centro como un lugar en el que los incidentes son constantes y ha estado marcado por evidentes deficiencias. Santana afirma que el objetivo del Gobierno regional es tener cerrados estos centros el próximo mes de julio. Sin embargo, Canarias ha experimentado un aumento de la llegada de migrantes en situación irregular a sus islas en los últimos meses, lo que ha saturado a algunos centros de acogida.