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Crisis por coronavirus

Cambia la crisis hotelera por un proyecto más dulce de apadrinamiento de colmenas de abejas

Marcos Rodríguez es un joven emprendedor de A Guarda (Pontevedra) que ha decidido dejar atrás la crisis que atraviesa la hostelería provocada por la pandemia de coronavirus y cambiar de negocio. Ahora apuesta por apadrinar colmenas de abejas.

El emprendedor Marcos Rodríguez ha decidido dejar atrás la crisis que atraviesa la hostelería provocada por la pandemia de coronavirus y dedicarse a su verdadera pasión, que es la apicultura. Ha puesto en marcha un proyecto denominado 'Apadrina una colmena' por el que cualquier persona puede convertirse en padrino de una de sus unidades de producción por 50 euros, a cambio de 3 quilos de miel y la posibilidad de realizar dos visitas guiadas al año para conocer, de primera mano, la actividad de las abejas.

Marcos, junto con su pareja Sandra, regentaban dos cafeterías en A Guarda, Pontevedra, pero la creciente crisis de la hostelería les ha llevado a cerrar una de ellas y a mantener, con dificultades, la otra. Las amargas pérdidas que le ocasionaba el negocio ubicado en el centro de la localidad se han convertido en dulces beneficios en lo que hasta ahora era su gran afición. “El empujón real nos lo dio la pandemia de coronavirs, casi tengo que agradecérselo”, afirma Marcos. Por su parte, Sandra recuerda que “no nos rendimos fácilmente, no somos de tirar la toalla”, por lo que tomaron la decisión de reinventarse.

Tu colmena por 50 euros

El proyecto consiste en que cualquier amante del campo, de las actividades al aire libre, del turismo de proximidad o, simplemente, curiosos que se interesen por la apicultura puedan tener su propia colmena apadrinada en los montes de O Rosal donde Marcos tiene su producción de miel, que ya se eleva por encima de las 200 colmenas de abejas. “Vienen muchas familias con niños, porque a los pequeños les divierte, sobre todo, ponerse el traje que les facilitamos”, explica. Son los trajes habituales de protección que minimizan el riesgo de una picadura indeseada.

El padrino de la colmena paga 50 euros al año y eso le da derecho a llevarse a casa 3 quilos de miel de la cosecha apadrinada y también a visitar, en dos ocasiones, el colmenar para conocer de primera mano el proceso natural de elaboración del producto. Marcos y Sandra están muy satisfechos por la buena acogida que está teniendo su proyecto, con gente que se apunta desde Galicia pero también desde otros puntos de España.