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SUFRIÓ TRES AÑOS DE MALOS TRATOS

Andrea, la joven asesinada en Benicàssim, denunció amenazas de su expareja: "Si me denuncias igual voy a la cárcel, pero yo luego te mato"

La joven asesinada por su expareja en Benicàssim interpuso una denuncia diez días antes de su muerte. En el atestado la joven aseguraba que había sufrido amenazas de muerte y que durante los tres años que duró su relación sufrió un infierno repleto de agresiones, lesiones y amenazas. La víctima contaba que su expareja le golpeaba los muslos mientras circulaban en el coche y que en una ocasión le empujó contra el suelo y allí siguió golpeándola.

Andrea, la joven de Benicàssim fallecida tras chocar contra una gasolinera, denunció a su expareja diez días antes de ser asesinada.

La denuncia, con fecha del 14 de diciembre, fue presentada horas después de que Víctor intentara atropellarla con el mismo coche con el que luego la mató al empotrarlo en la gasolinera.

En esa denuncia Andrea relata que en varias ocasiones le dijo "eres una zorra. Si me denuncias igual voy a la cárcel, pero yo luego te mato".

Ese día le acompañaba su madre, quien asegura que a su hija lo único que le pusieron fue un dispositivo en el móvil por si le pasaba algo y que ella le compró un spray "que no valió para nada". La madre de la víctima relata además que ella pidió una orden de alejamiento porque el exnovio de la joven le persiguió con un cuchillo.

Una semana más tarde, la joven le volvió a denunciar por rajarle las ruedas del coche y ocho horas más tarde dos vecinos vieron cómo Andrea fue arrastrada a la fuerza hasta el coche en el que falleció más tarde.

El calvario de Andrea comenzó meses después de que iniciara su relación con Víctor, cuando la joven todavía era menor de edad.

Han sido tres años de un infierno repleto de agresiones, lesiones y amenazas, tal y como relataba Andrea en la denuncia, en la que también cuenta que Víctor le golpeaba los muslos mientras circulaban en el coche y que en otra ocasión mientras paseaban por la calle él la empujó al suelo y una vez allí siguió golpeándola.

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