Ballet Clásico

Llega a Madrid 'El Lago de los Cisnes' de la mano del Ballet Clásico de Cuba

En su tercera visita a España, la compañía cubana representará el clásico de Tchaikovsky desde el 5 de julio hasta el 6 de agosto en el teatro EDP Gran Vía.

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Es un clásico entre los clásicos. La melodía de El Lago de los Cisnes de Tchaikovsky es un icono del ballet que llega a España de la mano del Ballet Clásico de Cuba. Se podrá disfrutar de esta representación desde el 5 de junio hasta el 6 de agosto en el teatro EDP Gran Vía.

La compañía del Ballet Clásico de Cuba cuenta con 56 años de experiencia a sus espaldas, fue creada por Fernando Alonso, el primero en llevar el ballet clásico al país. Años después, su mujer, Alicia Alonso, creó la escuela de ballet siguiendo la metodología escrita por Fernando, construyendo así una formación que reunía las cualidades de las escuelas que les precedían, la francesa, rusa, italiana e inglesa, añadiendo la característica expresividad cubana.

El Lago de los Cisnes cuenta la historia de amor imposible entre Sigfrido y Odette, una joven con la maldición de convertirse en cisne por el día y solo poder ser humana por las noches. Este hechizo que le produjo un mago, solo podrá solventarse cuando alguien le prometa a la joven amor eterno.

Como afirma la directora de la compañía, Regina Balaguer, es una obra que toda agrupación de ballet clásico sueña con tener en su repertorio. Esta representación es un sueño y una pesadilla a partes iguales ya que, debido a su complejidad tanto por número de actos como por su nivel de dramatismo, supone un gran reto. Tanto para bailarines como para coreógrafos, además de un sincronizado equipo de hasta 100 personas.

Dentro de este grupo, en el que hay 45 bailarines profesionales, Rosa María y Yeni son los primeros bailarines. Esto significa que realizan los papeles protagonistas, aquellos que requieren de una mayor responsabilidad y horas de trabajo. Detrás de sus zapatillas hay innumerables horas de arte, técnica, trabajo y muchas horas de ensayo. Para ambos, la disciplina y la constancia son dos virtudes que el ballet les ha aportado y que aplican en todos los ámbitos de su vida. Además de un esfuerzo físico, también necesitan una gran capacidad de actuación, "ser bailarín de ballet es como ser atleta y actor al mismo tiempo" afirma la directora, Regina Balaguer.

Aterrizaron en Barcelona para comenzar su gira por la península en junio, en el Teatro Apolo de Barcelona. Ahora, acaban de llegar a Madrid, donde a partir del 5 de julio, se podrá disfrutar de este relato sobre la vida y la muerte, sobre la eterna lucha entre el bien y el mal.

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