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TOMAN ZARAGOZA

Medidas drásticas para evitar la invasión de las cotorras

Las cotorras han dado un paso más en su colonización, llegaron hace seis años y ahora han tomado los árboles de plazas y calles del centro de las ciudades con nidos de hasta 50 kilos de peso. Su velocidad a la hora de reproducirse ha obligado a tomar medidas.

 

Sus plumas verdes son inconfundibles, pero el escándalo de su sonido, y el gran tamaño de sus nidos, hacen de ellas unas incómodas vecinas. Su presencia en las ciudades se debe a compradores irresponsables.

Sólo en Zaragoza se han censado más de 1.200 ejemplares, el Ayuntamiento ha decidido sacrificar los huevos, y mantenerlos en los nidos. Así, evitan una segunda puesta y disminuyen la población.

Las cotorras no son los únicos nuevos invasores de la ciudad, los estorninos, en invierno, ensucian bancos y plazas. Como solución, inhibidores reproducen sus sonidos reales de alarma. Tropicales o del norte de Europa, todo son nuevas especies que ahora prefieren vivir con el ruido de la cuidad.

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