Así son los 'minimóviles' que esconden los presos en las cárceles españolas

Instituciones penitenciarias ha requisado a algunos presos de la cárcel alavesa de Zaballa varios móviles de un tamaño muy reducido.

Miden algo más de 60 milímetros y son tan fáciles de esconder y su precio es tan bajo que se ha detectado un auténtico mercado negro de estos móviles en las cárceles de toda España.

Su tamaño tan reducido los hace muy fáciles de esconder en lugares como zapatos o en la pasta de dientes, por lo que se han convertido en aparatos muy codiciados por los presos, que solo pueden llamar desde las cabinas comunes y con restricciones de tiempo.

A pesar de que tener un teléfono móvil dentro de prisión es una falta leve, hay un auténtico mercado con estos móviles: los compran o los cambian por tabaco, droga y otro tipo de objetos difíciles de conseguir en una cárcel.

Aunque la mayor parte de los móviles que hay en las prisiones son introducidos por familiares en sus visitas vis a vis o por reclusos que vuelven de permiso, ahora hay otros métodos más sofisticados como el último descubierto en la cárcel de Alhaurín de la Torre: lanzamiento de móviles con drones.

Para frenar el uso de estos móviles se instalaron inhibidores de frecuencia aunque los funcionarios de prisiones lamentan que estos se han quedado obsoletos y no funcionan con las nuevas tecnologías como el 4G.