Gnosis, la peligrosa secta latinoamericana

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LA JOVEN RENDÍA CULTO SEXUAL A SU LÍDER

Así es Gnosis, la secta que tuvo secuestrada a la joven Patricia Aguilar en Perú

Patricia Aguilar, de 19 años, fue rescatada por su padre esta semana en Perú con una bebé de apenas un mes "comida por los mosquitos" del peligroso gurú religioso Félix Steven Manrique, detenido por la Policía. Ella y otras mujeres y sus hijos vivían en condiciones infrahumanas aisladas en la selva.

Los gnósticos se definen como la iglesia invisible de Jesucristo y dicen que son tan antiquísimos como para haber salpicado la cultura egipcia, maya y griega. Además, presumen de que su líder hizo asequible sus creencias.

Sin embargo, Gnosis es una secta latinoamericana que Víctor Manuel Gómez Rodríguez, alias Samael Aun Weor, fundó en Colombia en 1950. Además de su carácter divino, en su página web en Perú expone que son una escuela científica "de iniciación en la vida", que imparte conocimientos de ciencia, arte, mística y filosofía.

Además, según la misma página web, la secta tiene más de 50 sedes en ese país en diferentes zonas: Amazonas, Áncash, Arequipa, Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima y Loreto.

El líder de la parte de la secta en la que estaba la joven Patricia Aguilar, que huyó de España para unirse a ella el año pasado al cumplir la mayoría de edad, es Félix Steven Manrique, alias 'príncipe Gurdjeff', quien ha sido detenido por la Policía. Durante uno de sus traslados en custodia de los agentes, la gente de la calle intentó lincharlo.

Es la reacción de la población tras conocer la situación en la que tenía a la joven que ahora tiene 19 años y hace un mes dio a luz a una pequeña que los agentes se encontraron "comida por los mosquitos", según la tía de la víctima. De hecho, de haber tardado más en ser rescatado, la pequeña bebé habría muerto porque estaba llena de picaduras de mosquitos.

Según ha podido conocer la familia, tanto a Patricia como a otras dos jóvenes "secuestradas psicológicamente" vivían en condiciones infrahumanas: les llevaban alimentos una vez a la semana y vivían en una especie de cuadra para animales. Además, los niños, fruto de las relaciones sexuales durante el cautiverio, estaban desnutridos, eran explotados laboralmente y no iban al colegio. Algunos, incluso, no habían sido registrados al nacer.

La situación de salud de Patricia es especialmente complicada porque ha adquirido una bacteria y padece una cardiopatía congénita que la podría haber matado durante el embarazo o el parto, en el que no tuvo asistencia médica.

Así explica su tía cómo se encuentra en estos momentos:

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