La región de los Montes Universales, entre Guadalajara, Cuenca y Teruel es un desierto demográfico. Es una de las zonas más vacías de Europa pues cuenta con pueblos donde hay censados unos 14 vecinos, una cifra que puede llegar a los 100 en verano.
La propia carretera que lleva hasta Peralejos de las Truchas ya da pistas del nivel de abandono de este pueblo, donde vive Puri, quien ha regresado para dedicarse al turismo.
Allí también vive Cristina, quien cada día hace unos 70 kilómetros diarios para que los vecinos del pueblo tengan pan, pues ella es la dueña de la tienda. "Tengo siempre el teléfono para queme puedan llamar y los apartamentos lo saben, que pueden contar conmigo a cualquier hora", indica.
Alejandro tiene 91 años y es uno de los principales testigos de la despoblación. "Cuando más venían es cuando había pesca, pero ahora ya no hay nada", lamenta.
Quienes todavía viven en estos lugares alertan de que sin trabajo, las familias se marchan y la escuela podría desaparecer. "No sé qué va a pasar dentro de cinco o seis años, si seguirá habiendo colegio aquí", señala uno de los profesores.
Los Montes Universales tienen la menor densidad de población de toda España. Hay menos gente viviendo aquí que en Laponia, la zona más fría de Finlandia.
Allí se encuentra San María del Val, un pueblo en el que las calles están vacías. Allí viven 35 personas y las casas están con las persianas bajadas hasta el verano. Mientras, los vecinos cuentan las horas para que las plazas y las calles del pueblo vuelvan a llenarse.