Nuevo juicio para el hombre que asesinó a dos homosexuales

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DOBLE CRIMEN EN VIGO

El asesino de dos gays pide "perdón" y mantiene que actuó "muy asustado"

El acusado del doble crimen de la calle Oporto de Vigo, Jacobo Piñeiro Rial, ha pedido "perdón" en la última sesión del juicio que se sigue contra el y ha admitido que "pasó lo que pasó" porque actuó estando "muy asustado".

Piñeiro Rial ha hecho uso de su derecho a la última palabra para reiterar que acuchilló a Isaac Pérez Triviño y a Julio Anderson Luciano "por miedo". Así, ha intentado justificar sus contradicciones y ha lamentado que los testigos lo hayan hecho pasar por un "chulo", al tiempo que ha insistido en que estaba "muy asustado" y que, incluso, después de matar a los dos jóvenes, cogió todos los cuchillos de un cajón de la cocina y estuvo "dando vueltas por el piso sin saber qué hacer".

El acusado finalizó su alegato pidiendo "perdón" a su familia y a su hijo, además de a la madre de Isaac, aunque en ningún momento se dirigió a ella.  No obstante reconoció esa petición de perdón "no soluciona nada" y que "lo justo no hubiera sido ese resultado".

Asimismo, su abogado defensor ha intentado demostrar ante el jurado que "todo son conjeturas" y que "no se han podido demostrar los hechos" tal y como mantienen las acusaciones. "Las conjeturas no son pruebas, y la falta de pruebas impide una condena", ha aseverado, y ha apuntado que "tan verídica puede ser la versión de la acusación y la Fiscalía, como la de Jacobo", ya que es la única persona que sabe lo que realmente pasó en ese piso.

El letrado de la defensa ha mantenido como ejes de su estrategia las atenuantes de intoxicación, miedo insuperable y legítima defensa. A ese respecto ha explicado que Piñeiro "se volvió loco creyendo que lo iban a atacar" -él alegó miedo a ser violado- y que tuvo una "pérdida pasajera de su capacidad para razonar", que le llevó a "reaccionar descontroladamente".

La Fiscalía ha resaltado el "ensañamiento" de Jacobo con sus víctimas, a las que atacó en dos momentos distintos, cuando estaban "indefensos" y de una forma "desproporcionada". "¿Creen que propinar 7 puñaladas en la cara a una personal inmóvil es legítima defensa?", ha preguntado al jurado, al tiempo que les ha recordado que Piñeiro no acudió a la Policía.

 

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