El caso del pequeño Julen ha reabierto el miedo a los pozos mal sellados. El pozo de Totalán por donde se cayó el pequeño de dos años se rellenará con tierra y será sellado lo antes posible para evitar nuevos problemas.
Justo después de que los equipos de rescate sacaran el cuerpo sin vida del niño se tapó con una lámina de acero de seis toneladas.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha hecho un llamamiento durante una rueda de prensa a tapar los pozos de forma segura para evitar que sucedan nuevas tragedias como esta.
"La intención es rellenar los dos pozos y sellarlos lo antes posible siempre con autorización judicial", indicaba el delegado del Gobierno.