Tiroteo Ciudad Real

Un amigo del policía local herido en el tiroteo de Ciudad Real: "Está hecho polvo, muy decaído"

El amigo del policía local herido en el tiroteo, José María Antón, habla en Espejo Público para pedir más medios en la Policía Local como chalecos o escudos protectores.

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El tiroteo de Ciudad Real se saldó con tres fallecidos y varios heridos, entre ellos un guardia civil y un policía local. "Él está hecho polvo, está muy decaído", explica José María Antón, amigo del policía local herido.

Javier Delgado es uno de los heridos por los disparos en el tiroteo en Ciudad Real. Fue uno de los policías locales que estuvo en el lugar de los hechos y que se encuentra actualmente en el hospital.

Fue disparado en la zona de la cadera, pero según explicó a Espejo Público, fue de entrada y salida.

Tras las consecuencias del tiroteo, Antón pide más medios en cuanto a chalecos antibalas y escudos autoprotección. "Sobre todo en poblaciones pequeñas que no esperas que puedan ocurrir estas cosas", explica en Espejo Público.

José María Antón es el presidente del sindicato profesional de la Policía Local de Castilla-La Mancha. Pide más ayudas para intentar evitar casos como el tiroteo en Ciudad Real. "Es donde considero que están los compañeros más desvalidos y donde más dificultad tienen para conseguir esos materiales", asegura.

"Me consta que los compañeros llevaban el chaleco antibalas, pero o tienes más medios o es muy difícil", concluye.

Tres fallecidos y varios heridos

El tiroteo acabó con la vida de tres personas: un agricultor, un compañero de Javier Delgado también policía local y el propio autor de los hechos, abatido por agentes de la Guardia Civil.

Se atrincheró en una casa de campo cercana a la carretera que une Argamasilla de Calatrava y Villamayor de Calatrava y desde allí disparó contra coches y agentes desplazados en el lugar.

El suceso comenzó sobre las 10:00 horas después de la discusión familiar en el chalé, donde el agresor permaneció atrincherado. El padre consiguió escapar de la casa y pidió a los agentes que no se acercaran a la zona.

El agresor tenía 50 años. Estaba separado y tenía una hija. Parecía un chico tranquilo, según los vecinos quienes aseguran que "vivía tranquilamente en su huerto y todo bien", aunque no se relacionaba con nadie".

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